Imperativa reducción de precios

El precio del barril de petróleo en el mercado internacional cayó a US$54.67 (BRENT) y US$44.84 (WTI), lo que significa una caída del 105 y 140 por ciento, respectivamente, desde mediados de junio de 2014, fecha en que el precio del petróleo se situaba en US$112.46 (BRENT) y US$106.91 (WTI).


Esto significa que hoy los precios de los combustibles en general deberían de estar, por lo menos, a la mitad de lo que estaban a mediados de junio del año pasado, así como los precios de los alimentos biocombustibles (maíz, trigo, avena, soja), que también están cayendo consistentemente en el mercado internacional.

Asimismo, debería estarse abaratando el costo de la energía eléctrica, el transporte en general, el gas propano, los productos importados, así como la canasta de productos básicos.

El gigantesco subsidio al transporte urbano que ha sido presupuestado para este año ya no se justifica, porque los transportistas deberían estar pagando el combustible a mitad de precio. También resulta obsceno mantener los precios altos para fines de generar más recaudación tributaria por vía del IVA y del impuesto de distribución de petróleo crudo y combustibles derivados del petróleo.

La Constitución establece que es obligación del Estado la defensa de consumidores y usuarios en cuanto a la preservación de la calidad de los productos de consumo interno y de exportación para garantizarles su salud, seguridad y legítimos intereses económicos. Por tanto, exigimos la intervención del Estado en la defensa y protección de los consumidores y usuarios.

Asimismo, demandamos del gobierno y demás entidades estatales que inicien un proceso de revisión de todos los convenios colectivos de condiciones de trabajo en el sector público, a fin de que se detengan los gastos incrementales pactados con base en el componente de la inflación importada, porque la misma, como ya advertimos, se ha revertido.

Sin duda, la reducción generalizada de precios será positiva para nuestro país, ya que debería generar distensión de la conflictividad, fortalecimiento del ahorro y del crédito, incentivos a la inversión productiva, orientación de las remesas familiares hacia la inversión, más fuentes de empleo y mejores condiciones socioeconómicas para la población. En todo caso, es la oportunidad del Ministerio de Economía para emplearse a fondo en beneficio de las empresas, de la competitividad, de la inversión productiva, de la creación de empleo y, por supuesto, de la defensa y protección de los intereses de los consumidores y usuarios.

Publicado el 16 de marzo de 2015 en www.elperiodico.com.gt por Editorial El Periódico
http://www.elperiodico.com.gt/es/20150316/opinion/9954/Imperativa-reducci%C3%B3n-de-precios.htm

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