Nos han robado

No creo que haya existido ningún momento en que los guatemaltecos anhelemos más que termine la gestión de un gobierno que ahora. Creo que ni el de Colom.

Lo peor sería que el próximo gobierno fuera igual o peor que el actual. Caeríamos de las brasas al fuego. De verdad, sería muy mala leche como dicen los españoles, que la situación de nuestra sociedad empeorara. ¿Habrá peor sistema de seguridad, de salud, de educación, de conflictividad que el actual? Si lo hay, de verdad, estaremos viviendo en un infierno.

El título del artículo responde a lo que como guatemalteco siento de la actual administración de gobierno. Me robó la ilusión de que este sería un gobierno que trabajaría muy fuerte en el combate a la criminalidad, a la corrupción, que trabajaría muy enérgicamente para lograr de alguna manera solucionar los problemas de salud, de educación, de seguridad y de empleo.

Desde ese punto de vista es que señalo que nos han robado. Nos robaron la esperanza, la expectativa, la ilusión, la creencia y la fe que electoralmente habíamos depositado en ellos. Nos hicieron creer que harían buen gobierno. Nos robaron la perspectiva de un mejor presente y un mejor porvenir. En fin… nos robaron.

El gobierno nos informa que en lo macroeconómico estamos bien. Que los indicadores son excelentes. Pero eso no significa que la mayoría de los guatemaltecos estemos bien y eso tampoco llena los estómagos de los miles y miles de conciudadanos que no tienen empleo, que no tienen ingresos, que no tienen con qué dar de comer a su familia.

Miles de guatemaltecos eso no lo entienden y no les importa. No les beneficia en nada que las reservas internacionales crezcan como lo ha informado el Presidente de la República. Tampoco entienden en qué les beneficia que nuestro comercio exterior crezca. Como país eso es bueno, pero no llega a resolver los problemas del día a día, de sobrevivencia de esos miles de guatemaltecos. Esos indicadores no le sirven a la gran mayoría.

Los indicadores que sí les sirven e importan son el de nutrición, el de salud, el de generación de empleo, el del ingreso personal, el de reducción de la muerte infantil, el de reducción de la hambruna, de educación, de criminalidad. Esos son los indicadores del día a día. Esos son los indicadores por los que debiera de trabajar el presidente y el gobierno.

Los indicadores macroeconómicos que van bien, no son cosecha del trabajo de gobierno, es de los empresarios y trabajadores del país, que invierten, que arriesgan, que generan empleo, que generan los impuestos que percibe el fisco y que son despilfarrados por el gobierno.

Pero no solo nos robaron. Además nos chantajearon. Nos ofrecieron que a cambio de votar por ellos, de darles nuestro voto, (yo se los di), trabajarían fuertemente en el combate a la delincuencia. Promovieron una famosa mano dura que nunca hemos visto. Dijeron que lucharían contra la corrupción y el desempleo. Nos pidieron el voto a cambio de brindarnos seguridad, salud, educación… Nos engañaron. No cumplieron lo prometido. Nos ofrecieron un mejor país a cambio de nuestro voto. Nosotros cumplimos con nuestra parte dándoles el voto, pero ellos no cumplieron la suya proveyendo lo prometido.

Yo como guatemalteco que voté por ellos, sí por Pérez y Baldetti, siento que me robaron la esperanza de un mejor país para mí y para mis hijos. Me siento robado en la ilusión de una mejor sociedad, con mejor educación, salud y seguridad. Nada de nada.

Lo bueno para nosotros es que pronto se irán y ojalá que se vayan muy lejos, tranquilos y satisfechos a sus casas. Esperamos que nunca más se les ocurra aparecerse en el campo político y menos que vuelvan a intentar regresar. Aunque sabemos, temerosos, que para cubrirse las espaldas terminarán resguardándose en esa cueva de Alí Babá que es el Parlacen.

El problema nos lo dejan a los guatemaltecos que tendremos que seguir trabajando para sobrevivir, con la esperanza y la ilusión de nuevo, de que al votar por los nuevos gobernantes estos no nos fallen y cumplan en trabajar por un mejor país, con mejor educación, salud y seguridad.