El retorno de Alfonso Portillo

El comodín de la elección y la fuente de incertidumbre política.
Alfonso Portillo se presenta como el comodín del proceso electoral 2015. Su retorno, sin duda, constituye la mayor fuente de incertidumbre de corto plazo en materia política. 

En condiciones ceteris paribus los comicios 2015 aparentan ser una carrera entre tres. Liderando las encuestas, y a pesar de los anticuerpos urbanos, Manuel Baldizón pareciera tener un puesto asegurado en segunda vuelta. Por su parte, Alejandro Sinibaldi ha logrado distanciarse de Sandra Torres en la lucha por el segundo lugar. Muy atrás, Roberto González, Roberto Alejos y Mario Estrada han quedado estancados debajo del tres por ciento de intención de voto. Mientras Zury Ríos, Edmond Mulet, Cromwell Cuestas, Yuri Melini y José Ángel López, que aspiran a refrescar la elección, enfrentan el problema de tener un nivel de conocimiento muy bajo para ser competitivos.

Agreguemos dos cosas. La primera, las encuestas revelan que el tema de la campaña será la economía y no la seguridad, puesto que hoy el guatemalteco resiente el alto costo de vida y la falta de oportunidades. Y segundo, existe cierto desencanto con la oferta política: el candidato puntero entra al año electoral con un techo de intención de voto siete por ciento por debajo de lo que tenía Pérez Molina en el 2011, y cinco por ciento menos que Colom en el 2007.

En este contexto, Portillo retorna con algunas características que le tornan atractivo. De acuerdo a las encuestas, el Pollo Ronco es el expresidente mejor evaluado. Casi la mitad de encuestados le considera como el mejor mandatario de la era democrática, debido a tres razones: 1) subir salarios; 2) controlar el precio de la canasta básica; y 3) preocuparse por los pobres. El Robin Hood local retorna al país justo cuando el tema de la elección será la economía.

Otro dato histórico resulta bastante revelador. En el 2011, estando detenido en Mariscal Zavala, Portillo emitió dos mensajes radiales una semana antes de la primera vuelta, en los que solicitaba el voto para Mario Estrada. Como si nada, su compadre de oriente se catapultó de un tres por ciento a un siete por ciento de votos reales. Es decir, Portillo le regaló 150 mil votos a la UCN.

No obstante, su mayor debilidad debería ser su legado de falta de honestidad. Al final del día, Portillo es el único expresidente juzgado y condenado por actos de corrupción. No obstante, para los guatemaltecos la corrupción no resulta un problema significativo de país, puesto que solo un ocho por ciento de encuestados así lo cree. Por ello, las vinculaciones del expresidente con la Cofradía, o la experiencia de un Gobierno presa de la voracidad de las mafias y los financistas de campaña, no constituyen pasivos a la credibilidad de su figura.

Con estas condiciones, que no nos extrañe esa competencia entre partidos y candidatos por fichar al Pollo Ronco. Desde el oficialismo y Alejandro Sinibaldi –quien se rumora habría contribuido a sufragar costos de la defensa–, pasando por Todos, los partidos de izquierda y otras agrupaciones menores, ven en Portillo al comodín que podría alterar el mapa político.

Publicado el 17 de febrero de 2015 en www.elperiodico.com.gt por Phillip Chicola
http://www.elperiodico.com.gt/es/20150217/opinion/8653/El-retorno-de-Alfonso-Portillo.htm

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