El problema es que no cuidan el pisto

Estos son algunos ejemplos tomados al azar. En el presupuesto del Estado aprobado por el Congreso para el 2015, se contempla un aporte de Q5,835,950 para el Colegio de Abogados. Aquí surgen dos preguntas: la primera es ¿por qué para el Colegio de Abogados y no para el de arquitectos, de periodistas o de economistas? (¿Será porque estos últimos gremios no participan en las Comisiones de Postulación?); y la segunda pregunta, ¿no sería más prioritario destinar esos fondos para la gasolina de las patrullas policiales que ayudar a la jubilación de los abogados?

El presupuesto contempla una partida para el subsidio del transporte urbano. Pero ese subsidio ¿no debería estar sujeto al precio del diésel? Claro los autobuseros están felices con el dinero extra que les queda (¿qué comparten con alguno(s) funcionario(s)?) por la reducción del precio del diésel. ¡Reciben la misma cantidad por bus sin atender al precio del diésel!

Y a ello habría que añadir el hecho de que, según denuncias, cerca del 43 por ciento de los buses recibe subsidio sin circular. ¡A nadie interesa controlar a esa mafia empresarial!

El Gobierno destina una gran cantidad de recursos para la promoción de Otto y Roxana, pero ¿no sería mejor destinarlo a la reconstrucción de escuelas? En los países civilizados, los gobiernos no hacen propaganda en los medios de comunicación. En México inclusive es prohibido. ¿Ha visto usted anuncios de Obama inaugurando obras? ¡Y que el anuncio lo repitan hasta la saciedad! Allá lo ahorcarían; aquí lo tenemos que soportar. Y por ello, hemos sido llamados repúblicas bananeras. ¡Nos lo merecemos por nuestros pobres comportamientos tercermundistas!

En el presupuesto se contempla una aportación al Conic (¡sí para el Conic!, ¡para los que protagonizan los retenes en las carreteras!) de Q15 millones. (¿Oscuros acuerdos políticos de las cúpulas?) ¿No sería mejor canalizar esos fondos para la compra de medicinas de los desabastecidos hospitales y evitar así las muertes que ocurren de pacientes por falta de medicamentos?

En el presupuesto del 2015 figura una partida de Q1.5 millones para la Fundación Esquipulas para la Integración Centroamericana. Por su misma naturaleza jurídica de Fundación, este ente que tiene buena reputación internacional, podría fácilmente conseguir donativos en el extranjero en vez de drenar los escasos recursos del Estado, que deberían canalizarse a asuntos más prioritarios.

En el presupuesto del 2015 también figura una aportación del Estado para la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso) por Q3 millones. Pero, ¿no sería más prioritario destinar esos fondos a la compra de pupitres para que no haya alumnos que tenga que usar cajones en vez de escritorios?

Si a esa falta de prioridades le sumamos el robo a mansalva de los fondos públicos (el Banco Mundial estima que el 30 por ciento del Presupuesto General de la Nación se pierde en gasto público opaco; ¡lo dice el Banco Mundial no los partidos de oposición ni el CACIF!) al final no hay medicinas en los hospitales, las patrullas no disponen de gasolina, faltan los recursos para el pago de los burócratas. En suma, el famoso infierno chapín. ¡Qué desgracia!