Carreteras descuidadas

El gobierno ha olvidado el mantenimiento de carreteras de rutas turísticas importantes. Lugares paradisíacos podrían ser más visitados si el Gobierno se preocupara por mantener los caminos más transitables. Estos bellos lugares permanecen olvidados y hay escaso control sobre la actitud de los lugareños. En los últimos días del 2014 realizamos un viaje familiar a los departamentos de Alta Verapaz y Petén. Después de visitar Semuc Champey nos dirigimos a Raxruhá, rumbo a la Laguna Lachuá. La carretera se encuentra en muy mal estado, camino de terracería con muchas piedras desperdigadas que provocaban un golpeteo a nuestro vehículo y a nuestros cuerpos, haciendo interminable la travesía. En un tramo solitario de un caserío de la aldea Campur, del municipio de San Pedro Carchá, nos encontramos con un lazo atravesado en cuyos extremos estaban dos q′eqchi′s con machetes  y uno más del otro lado del mismo, con un azadón, haciendo como que trabajaba tapando hoyos del camino.

Al detenernos se nos acercó uno de ellos y nos dijo que estaban cobrando Q50  como colaboración para arreglar el camino. Imagínese usted, único vehículo en este lugar y con la familia a bordo, de inmediato pensé que lo mejor sería pagar esta “extorsión”, pues no puede llamarse de otra forma. En el trayecto encontramos  otro vehículo con un extranjero y su familia.

Él bajó su vidrio, nos indicó que iba a Semuc Champey y preguntó cuánto faltaba para llegar, notoriamente fastidiado por el estado del camino. Lo previne sobre la situación que recién habíamos pasado y que fuera con precaución, indicándole que aún faltaba un tiempo parecido al que ya había transitado. Con mi familia seguimos el camino, pensando en que hubiera sido bueno darles nuestro número de teléfono, para que nos avisaran cuando ya hubieran pasado el lugar, pues consideramos que en estos casos se abusa más del extranjero que del nacional.

Al otro día visitamos la laguna Lachuá, cuya entrada a partir de donde termina lo asfaltado de la Franja Transversal del Norte  es también de terracería. Al caminar nuevamente a vuelta de rueda hacia nuestro destino brincaban hacia la carretera, desde los matorrales, niños que simulaban estar trabajando en ella, y al pasar nosotros al frente extendían una de sus manos solicitando dinero como recompensa por el supuesto arreglo que realizaban a las carreteras.

Luego, hicimos el trayecto hacia Flores, Petén. En la gasolinera que entronca la carretera de la Franja Transversal del Norte a  Petén fuimos advertidos por una señora que vendía comida de que fuéramos con cuidado,  pues había  muchos túmulos, y que aparecían en las vueltas sin rótulos de advertencia. El mensaje era correcto, pues a partir de allí lidiamos con una cantidad interminable de túmulos que hizo que el camino se volviera tortuoso.

En todo el trayecto comentábamos sobre lo contradictorio de los anuncios de Alejandro Sinibaldi indicando que las carreteras de Guatemala se encuentran en buen estado. Aun así disfrutamos el viaje extasiados con lo bello de estos parajes. Pero pudo ser mejor… si los caminos estuvieran mejor…

Publicado el 19 de enero de 2015 en www.prensalibre.com por Samuel Reyes
http://www.prensalibre.com/opinion/Carreteras-descuidadas_0_1288071465.html

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