Con esperanza

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JORGE JACOBS

Es tiempo de iniciar un nuevo año, un nuevo ciclo. En el caso de Guatemala, este es un año especial, debido al proceso eleccionario, lo que a algunos hace tener temores sobre lo que pueda deparar el año. Sin embargo, yo estoy convencido de que nosotros somos quienes construimos nuestro futuro y de nosotros depende que el mismo esté lleno de esperanza o desasosiego. ¿Cómo se plantea su futuro? No podemos obviar que haya muchas circunstancias que escapan a nuestro control que pueden presentar serios obstáculos a nuestro desarrollo, como por ejemplo la violencia y la criminalidad de cuyas consecuencias ninguno estamos libres, pero precisamente porque no tenemos control sobre ellas debemos trabajar sobre las que sí dependen de nosotros, tanto para minimizar nuestra exposición al riesgo como para responder cuando las circunstancias se presenten.

Pero con excepción de casos muy contados, el éxito o fracaso que alcancemos en nuestras vidas depende casi enteramente de nosotros, de las decisiones que tomemos, de las acciones que realicemos, de la perseverancia que mostremos ante los obstáculos que se presenten, de qué tan convencidos estemos de aquello que nos hemos propuesto, de qué tan atentos estamos para reconocer y aprovechar las oportunidades que se nos presentan. En fin, todo depende mucho más de nosotros y nuestras decisiones que de lo que hagan los demás.

Por supuesto que esta ruta requiere empeño y debemos reconocer que hay muchas personas que no están dispuestas a esforzarse por lograr alcanzar aquello que desean, sino prefieren aprovecharse de los demás. Quieren que sean otros los que produzcan, pero ser ellos partícipes de lo producido. Quieren que los demás trabajen,  pero que los resultados se repartan entre todos, incluyendo los que no hicieron nada. Son quienes siempre vemos quejándose y envidiando lo que tienen los demás, sin cuestionarse nunca sobre los esfuerzos que ellos debieron realizar para obtenerlo. Son los perpetuos fracasados que echan la culpa de sus desgracias a los demás, sin tener nunca la gallardía de reconocer que buena parte de su situación es consecuencia directa de sus decisiones y de sus acciones —o falta de ellas—.

Usted es quien decide a qué grupo desea pertenecer, al de los que logran sus objetivos y prosperan en la vida, indistintamente de las circunstancias que se le presentan, o al de los fracasados, que viven por siempre renegando de su vida. No depende de las circunstancias, depende de usted.

Si usted cree que las circunstancias que enfrenta son muy “especiales” y que nadie más las ha enfrentado con éxito, le garantizo que no es así. En todas partes podemos encontrar ejemplos de personas que a pesar de infinidad de obstáculos que se les han presentado  han logrado salir avantes. Si es necesario busque y le aseguro que encontrará a personas exitosas que han debido enfrentar obstáculos similares o mayores a los suyos. Haga el esfuerzo, enfrente la vida con una buena actitud y el año que empieza puede ser de mucha esperanza y felicidad.

Publicado el 07 de enero de 2015 en www.prensalibre.com 
http://www.prensalibre.com/opinion/Con-esperanza_0_1280872190.html

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