Conexión brasileña

SI LA VICEPRESIDENTA intentó lavarles la cara a Sinibaldi y al PP, lo que hizo fue embarrárselas más. La información procedente de Brasil no dice que Petrobras le haya dado dinero a Sinibaldi, sino que se encontró la evidencia del millonario aporte económico en la oficina del presidente de OAS que, junto con las compañías constructoras Odebrecht, Queiroz Galvao y UTC, forma parte de un consorcio  de constructoras acusadas de prácticas corruptas con la petrolera brasileña. En el caso de Guatemala, OAS  y Odebrecht tienen contratos con el Gobierno. A esta última empresa le adjudicaron la ampliación a cuatro carriles de 150 kilómetros  de la carretera CA-2 Occidente por un monto de 380 millones de dólares, sin la licitación correspondiente, o sea fue un contrato otorgado en forma discrecional.

LA AFIRMACIÓN de Baldetti de que ese aporte millonario “no es nada malo” demuestra cómo los directivos del Partido Patriota están acostumbrados a entregar obras a empresas corruptas que financian campañas a cambio de contratos. ¿Cómo explicar que en el escritorio del presidente de una constructora en Brasil se haya encontrado un manuscrito en el que se señalan 20 aportes de 50 mil dólares para Sinibaldi, para las elecciones del 2015, y señalamientos de dinero destinado a congresistas guatemaltecos? Si el documento fue  localizado en el escritorio de un empresario corrupto durante un operativo contra lavado de dinero, ¿cómo explica la vicepresidenta que esto “no es nada malo?”.

ESTAMOS ANTE UNA EVIDENCIA de soborno de constructoras brasileñas para que les otorgaran la construcción de carreteras en Guatemala. Esta acción de tráfico de influencias se suma a la componenda que llevó a cabo Sinibaldi al acordar con Manuel Baldizón, de Líder, la aprobación del presupuesto del 2015 sin controles y con un fondo para el Ministerio de Comunicaciones de Q1 mil 965 millones sin destino definido, que podrá utilizar en forma discrecional para su campaña. La intervención de Baldetti viene a confirmar el involucramiento de la cúpula oficialista en estas prácticas corruptas para financiar la próxima campaña proselitista.