Consecuencias de nuestro atraso

Un país dirigido por poderes abusivos y prepotentes que buscan únicamente satisfacer intereses particulares dan como resultado los problemas sociales, políticos y económicos cada vez más grandes que nos aquejan. Mantener a un pueblo maleducado e ignorante por conveniencia y beneficio, no permiten el desarrollo y la paz. Vivimos hoy uno de los peores momentos en la vida política y social del país. Los poderes del Estado, abusivos y prepotentes representan una clase política que ha perdido la dirección correcta, la dignidad y la responsabilidad por el bien común.

Demuestran incongruencias entre lo ofrecido, lo que se dice y lo ejecutado y realizado, el descaro para violar la ley, imponer una autoridad nociva y sin respeto han superado lo inaceptable. Discursos populistas hablan temas sin importancia escondiendo otra realidad. El robo desmedido y el despilfarro, no permiten la ejecución presupuestaria y los recursos del Estado nunca alcanzarán. El hecho que no alcance el presupuesto para pagar salarios a trabajadores del Estado en algunos Ministerios y dependencias, es inconcebible, injusto y explotador, eso demuestra la poca importancia por el bienestar común, por el país, demuestra la falta de liderazgo y de un plan de Nación.

Existe una anarquía a todo nivel, que se basa en la carencia de un Estado de Derecho y esa es la raíz de todos nuestros males. Qué importa venderle el alma al diablo si la riqueza y poder crecen en dimensiones exponenciales. Son cuatro años de una carrera que cambiará sus vidas sin importar las consecuencias para el país. Esta situación todos la vemos, la aceptamos y la callamos porque Guatemala es un pueblo sumiso, poco exigente, conformista y sin huevos. Lo que no se han dado cuenta es que pueden engañar a una gran parte de la población, pero creen que todos somos estúpidos e ignorantes, pero una buena parte de la sociedad nos damos cuenta del descaro de lo que hacen y desafortunadamente las consecuencias las pagaremos nosotros en un futuro cercano.

Por otro lado, vemos al poder económico, los verdaderos culpables de raíz que tengamos los gobiernos que tenemos. Con ellos empieza la corrupción comprando proteccionismo para mantener el control a su conveniencia y crecer exponencialmente sin competencia y sin despeinarse. El Gobierno justifica su actuar porque papá Poder económico lo corrompió y le enseñó de ese tema llamado corrupción. Este es un problema de siempre que nos empobrece y no permite un desarrollo generalizado, porque las reglas del juego protegen y fortalecen solo a este grupo pequeño que maneja la economía.

Para que un país logre un desarrollo y crecimiento, primero que todo debe existir un trabajo conjunto entre el poder económico y el Estado, un trabajo con una misma visión de Nación, en donde las prioridades sean las mismas y estén enfocadas y basadas en el derecho y el bien común. Aquí tristemente, cada quien ve únicamente el derecho de su nariz y los poderes de Estado se vuelven un nido de ratas que su visión y misión es nefasta, corrupción, negocios y poder para satisfacer intereses muy particulares.

Para hacer conciencia, creo que muy pocos nos damos cuenta de las consecuencias que en el corto y mediano plazo podemos sufrir en Guatemala. Guatemala siempre es una bomba de tiempo, una olla de presión que un día estallará con un problema social que no se podrá controlar y esto es debido a los malos poderes que manejan el país.

Creo que es hora de cambios, de cambios profundos, de cimientos, cambios de fondo a través de personas diferentes, de personas comprometidas que cambien todo un sistema con un plan de Nación enfocado en los intereses de Guatemala principalmente. Vivimos las consecuencias de nuestro atraso…