Inoportuno ajuste económico, señores magistrados

No queda más que preguntarse en qué mundo vivirán los señores magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE), para tomar decisiones tan inoportunas como la de recetarse gastos de representación en estos momentos en que la crisis financiera tiene al Estado en trapos de cucaracha. La duda es válida cuando se considera o se asume que pocos guatemaltecos ignoran que algunas instituciones están literalmente al borde de la quiebra, sin garantí as de cumplir con los requerimientos mínimos para funcionar, dada la iliquidez que abruma el Gobierno.

En por lo menos las últimas dos semanas, la prensa ha sido abundante en informar la caótica situación en Presidios, por ejemplo, que no ha traslado reos a tribunales por falta de gasolina. Los magistrados del Organismo Judicial, incluso, presentaron sendos amparos contra el presidente Otto Pérez Molina y el ministro de Finanzas, Dorval Carías, para forzarlos al traslado de fondos. Además, hay problemas con los proveedores, en especial, de medicinas, mientras los centros asistenciales han paralizado labores o están por paralizarlas ante la falta de servicios.

 
En fin, la cadena de penurias es amplia y aún inconclusa y también ha tocado al Congreso, a Gobernación, Universidad de San Carlos y, muy probablemente, al paso que vamos, tocará a las comunas, y podría llegar al impago de salarios o aguinaldos.
 
Por eso, no se entiende la decisión de los magistrados del TSE de imponerse gastos de representación, cuando la falta de efectivo es tan evidente. Pero más allá del posible derecho que les asista o de lo justo de esta prerrogativa, las autoridades del máximo tribunal electoral deben entender que hay momentos y condiciones para exigir, o en este caso tomar, lo que se considera ganado; sobre todo, cuando ellos más que nadie estaban conscientes de que dicho beneficio no formaba parte de sus condiciones de trabajo.
 
Hasta donde se recuerda, ninguno de los cinco magistrados, cuando se postuló para el cargo, alegó la presunta injusticia o condicionó su nombramiento a este ajuste. Es más, según Mario Guerra Roldán, expresidente del TSE, en 1989 eliminaron los gastos de representación al interior y al exterior, y redujeron a la mitad los viáticos, como parte de una política de austeridad. Valga decir que aquella gestión, junto a la del recordado Arturo Herbruger, son reconocidas por su buen trabajo al frente del Tribunal.
 
En fin, ojalá que los señores magistrados recapaciten y desistan del beneficio y esperar, primero, ganárselo y luego un mejor momento para proponerlo.
 
Publicado el 6 de Noviembre del 2014 en www.s21.com.gt
http://www.s21.com.gt/editorial/2014/11/06/inoportuno-ajuste-economico-senores-magistrados

 

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