ALFRED KALTSCHMITT
Tal como se previó desde hace semanas, la tormenta política desatada por las supuestas anomalías que las comisiones de Postulación incurrieron al elegir a los 13 magistrados de la Corte Suprema y a los 126 de las salas de apelaciones, aunado a la fulminante rapidez del Congreso en aprobarlos, luce como la perfecta excusa para demandar una reversión completa de todo el proceso. Hay 22 acciones legales planteadas en juzgados del ramo Civil y la Corte de Constitucionalidad. Todas deberían haber sido resueltas previamente. Al día de ayer, cuando escribía esta columna no se sabía nada. La CC anunció para hoy viernes un pronunciamiento. Personalmente presagio que la Corte le tirará de vuelta el virus al Congreso por haber sido tan “chucho” en despacharse de una manera tan burda, una aprobación a semejante velocidad de contubernio y componenda politiquera.
El contagio es total. Los síntomas del virus han alcanzado a las bancadas Líder y Patriota, por no tomar en cuenta varios factores de orden legal ineludibles, a saber: “No haber publicado el acuerdo de las elecciones, lo cual, según, Cedecon, denota ‘mala fe’, argumentando también que no reeligió a magistrados de ambas cortes debido a que la carrera judicial es un derecho que tienen todos los jueces y magistrados, y también que hay un rompimiento de la estructura república de la división de poderes”.
La presión aumenta. Más de 60 jueces acordaron demandar a la CC la reversión del proceso y amenazan con llevar a cabo un paro de labores si no anula todo lo actuado por las comisiones de Postulación. A nivel internacional, todos los tambores de resonancia se han activado, desde la ONU para abajo.
A todo esto, las invitaciones impresas en letras doradas ya están circulando para la juramentación de los magistrados el próximo 13 de octubre. ¿Qué implicaciones tiene el no cumplir con los plazos fijados por la Constitución? Cedecon y los constitucionalistas lo sabrán…
El clima político se encuentra en un paroxismo. Las arcas de finanzas públicas están vacías esperando la aprobación —con un Congreso dividido y resentido por la aplanadora roji-anaranjada— de los Q4 millardos en bonos del tesoro al 7%, mientras el préstamo aprobado del Banco Mundial al 1.5% con un período de gracia de 10 años y a 30 años plazo, no se concreta por razones que nadie entiende, salvo unos malpensados.
La relatora Especial de las Naciones Unidas sobre la independencia de magistrados y abogados, Gabriela Kanul, “lamentó que los procesos llevados a cabo por las comisiones de Postulación y por el Congreso hayan demostrado la persistencia de las mismas fallas advertidas en otra carta al Gobierno en el 2009” (sic).
Si desde hace cinco años ya se sabía que estas fallas estaban advertidas, resulta difícil entender la razón de que —a las puertas de la juramentación— se pretenda revertir el proceso utilizando el mismo método viciado que se impugna (¿?).
Los guatemaltecos estamos hartos de tanta paja. De un lado y del otro. Esperar cinco años cuando se tiene la soga al cuello es una crasa irresponsabilidad de los que clamamos por un sistema de justicia independiente y libre de presiones de los grupos de poder.
En río revuelto, ganancia de pescadores…
Publicado el 09 de octubre de 2014 en www.prensalibre.com http://www.prensalibre.com/opinion/Ebola-juridico_0_1226877630.html
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