Niñez, el más grande de los dramas

Mañana, uno de octubre, se celebra en nuestro país el “Día del Niño y Niña”. Pero a esta fiesta no están invitados todos sus protagonistas. Miles y miles de niños y niñas guatemaltecas no tienen casi nada para festejar, ni se sentirán incluidos.
 

Aunque el día es importantísimo porque hace referencia al teso más grande y maravilloso de nuestro país, se trata más bien de comprender el drama de la niñez que tiene lugar todos los días y conectar esfuerzos y realizar articulaciones de todo tipo para garantizar los derechos de la niñez..

Esto empieza por reconocer que en un país tan dramático como el nuestro, el drama más grande lo viven los más pequeños y pequeñas, porque la mayoría sufre la negación de derechos, de todo tipo, en todo nivel y a toda escala. Es el más grande de los dramas porque expresa la negación de todos los derechos y con ello la imposibilidad de un presente y un futuro pleno para la sociedad. La niñez guatemalteca, en su inmensa mayoría, lo sufre y eso, con todos los impactos cualitativos que conlleva, agranda este drama de manera impresionante. Desde cantidades de mortalidad tan alta, según la OMS, que nos colocan en la tercera posición de América Latina, sumado a que somos el cuarto país en la región con mayor mortalidad materna. A eso se suma un 48% de desnutrición. El derecho a la vida y la sobrevivencia siempre en el filo de su negación absoluta. Los niños migrantes reflejan el peor rostro de la negación de la libertad, la familia y muchos otros derechos.

Otra cara del drama es la violencia que afecta a niños, niñas y adolescentes, principalmente estos últimos. La desesperación por una vida sin entornos familiares sanos y plenos, sin propuestas para el uso adecuado del tiempo libre, sin sana recreación, con dificultades en el estudio, por el riesgo de las estructuras delictivas que los invitan y acogen, por la indiferencia e inanición de las autoridades y por la falta de sensibilidad social. ¿Y la imposibilidad de ser parte del sistema educativo, con todo y sus enormes carencias? El drama es mucho más grande de lo que puede escribirse.

¿Y qué decir de lo que sufren las niñas y adolescentes? Las niñas madres que informa el Observatorio de Salud Reproductiva no solo hablan de una realidad que ya es insoportable, sino de una impunidad disfrazada de normalización ante la violación sexual que marca esa maternidad. Los matrimonios de niñas y adolescentes todavía no son enfrentados de manera legal. La campaña de organizaciones sociales no tiene el eco que tiene el show para elegir magistrados (como si la realidad de las niñas no tuviera un nivel alto de importancia).

El drama tampoco se queda en la interminable lista de negaciones de derechos de la niñez, sino se completa con situaciones más “normalizadas” como la negación de la expresión y la opinión de niños y niñas frente a situaciones que los afectan. “Son niños, no saben nada”, es la afirmación –incluso de autoridades y supuestos expertos sociales- que revela una postura asistencialista y carente de un enfoque de derechos.

Mañana será un día para las sonrisas y los gestos que se mueren al terminar el día. Y pronto llegará el tiempo para que niños y niñas por todo el país sean besuqueados por candidatos cínicos e indecorosos que para lograr votos utilizan la simbología de la ternura y la vulnerabilidad de la niñez. Pero que no saben, ni quieren interesarse ni tienen la menor sensibilidad frente a este drama, el más grande todos.

Publicado el 30 de septiembre de 2014 en www.s21.com.gt por Carlos Aldana Mendoza
http://www.s21.com.gt/gaia/2014/09/30/ninez-mas-grande-dramas

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