La desfachatez de este truco legalista comienza con un listado que trascendió minutos antes de la elección y que para infortunio de la institucionalidad del país fue confirmado poco después, al resultar electos tales magistrados a través del voto favorable del Partido Patriota y Libertad Democrática Renovada, los cuales se aliaron para alterar la agenda del día, la que desconocía el resto de bancadas, varias de las cuales abandonaron el hemiciclo en señal de protesta o quizá de impotencia ante la grotesca maniobra.
Ahora solo queda esperar que prosperen las impugnaciones por el ilegal proceder de los congresistas que sin empacho violaron los plazos legalmente establecidos en las comisiones de Postulación, pero sobre todo elementales mecanismos de transparencia, como lo es el voto a viva voz, que tampoco fue respetado en esta ocasión, con el único fin de colocar en las magistraturas a abogados afines, para beneficio de oscuros intereses, una muestra de lo cual ha dado a conocer la Cicig.
De mantenerse esta decisión, la consecuencia será lamentable, pues esta nueva Corte llegaría manchada aun desde antes de asumir, y así difícilmente se podría confiar en aquellos fallos o resoluciones que tengan que ver con alguno de sus patrocinadores, quienes, una vez más, simplemente han seguido las consignas del poder político de turno. Los elegidos arrastran el dudoso mérito de ser peones al servicio de intereses de políticos mezquinos que parecen estar resueltos a que la justicia en el país no solo se estanque sino que sea esclava de sus conveniencias.
Lo más lamentable es que las comisiones de Postulación, un mecanismo diseñado para transparentar y optimizar la selección de candidatos, ha sido convertido en un alambique donde se destilan ambiciones y auténticas conspiraciones para favorecer y extender el manto de impunidad, cual pantano peligroso en donde acechan los traficantes de influencias y los gestores de favores, en un vergonzoso ejercicio legalista, más propio de tinterillos que de auténticos juristas, como debería ser en un país medianamente decente.
Avanzamos de manera acelerada hacia el despeñadero institucional, con cuerpos de justicia debilitados, redes criminales incrustadas en altas esferas del Estado y organizaciones políticas manejadas por el caciquismo y no por el auténtico sentido de bien común. La burda dupla PP-Líder confirma que cuando de manejar privilegios se trata ocurren las situaciones más insospechadas. La cooptación de la más alta jerarquía del poder judicial parece casi inminente, a no ser que la Corte de Constitucionalidad les enmiende la plana a los mercaderes de la política.
Publicado el 27 de septiembre de 2014 en www.prensalibre.com por Editorial Prensa Libre http://www.prensalibre.com/opinion/Justicia-al-borde-de-la-cooptacion_0_1219678028.html
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