Justicia al borde de la cooptación

El Congreso de la República fue el escenario de un nuevo episodio bochornoso, cuando en forma repentina dos bancadas usualmente enfrentadas  lograron un sospechoso consenso para designar a los 13 magistrados que integrarán a partir del 13 de octubre la Corte Suprema de Justicia, en una acelerada maniobra que hace gravitar desde ya una sombra gris sobre los encargados de dirigir  ese alto organismo, pues su elección está signada por el secretismo y las componendas.

La desfachatez de este truco legalista comienza con un listado que trascendió  minutos antes de la elección y que para infortunio de la institucionalidad del país  fue confirmado poco después, al  resultar electos tales magistrados a través del voto favorable del Partido Patriota y  Libertad Democrática Renovada, los cuales se aliaron para alterar la agenda del día, la que desconocía el resto de bancadas, varias de las cuales abandonaron el hemiciclo en señal de protesta o quizá de impotencia ante la grotesca maniobra.

Ahora solo queda  esperar que prosperen las impugnaciones por el ilegal proceder de los congresistas que sin empacho violaron los plazos legalmente establecidos en las comisiones de Postulación, pero sobre todo  elementales mecanismos de transparencia, como lo es el voto a viva voz, que tampoco fue respetado en esta ocasión, con el único fin de colocar en las magistraturas a abogados afines,  para beneficio  de oscuros intereses, una muestra de lo cual ha dado a conocer la Cicig.

De mantenerse esta decisión, la consecuencia será lamentable,  pues esta nueva Corte llegaría  manchada aun desde antes de  asumir, y así difícilmente se podría confiar en aquellos fallos o resoluciones que tengan que ver con alguno de sus patrocinadores, quienes, una vez más, simplemente han seguido las consignas del poder político de turno. Los elegidos  arrastran el dudoso mérito de ser peones al servicio de  intereses de políticos mezquinos que parecen estar resueltos a que la justicia en el país no solo se estanque sino que sea esclava de sus conveniencias.

Lo más lamentable es que las comisiones de Postulación, un mecanismo diseñado para transparentar y optimizar la selección de candidatos, ha sido convertido en un alambique donde se destilan ambiciones y auténticas conspiraciones para favorecer y extender el manto de impunidad, cual pantano peligroso en donde acechan los traficantes de influencias y los gestores de favores, en un vergonzoso ejercicio legalista, más propio de tinterillos que de auténticos juristas, como debería ser en un  país medianamente decente.

Avanzamos de manera acelerada hacia el despeñadero institucional, con cuerpos de justicia debilitados, redes criminales incrustadas en altas  esferas del Estado y organizaciones políticas manejadas por el caciquismo y no por el auténtico sentido de bien común. La burda dupla PP-Líder confirma que cuando de manejar privilegios se trata   ocurren las situaciones más insospechadas. La cooptación de la  más alta jerarquía del poder judicial parece casi inminente, a no ser que la Corte de Constitucionalidad les enmiende la plana a los mercaderes de la política.

 
Publicado el 27 de septiembre de 2014 en www.prensalibre.com por Editorial Prensa Libre 
http://www.prensalibre.com/opinion/Justicia-al-borde-de-la-cooptacion_0_1219678028.html

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