Extorsiones más allá de las cifras

Precisamente porque se trata de uno de los delitos más sufridos por la población (aunque esté entre los menos denunciados), el tema de las extorsiones en el país cobra relevancia en los medios de comunicación.
 

Es así como nos enteramos de muchas cifras, entre montos de dinero exigidos, zonas donde más se producen los casos, edades de las víctimas preferidas o procedencia de las intimidaciones, entre otros.

Pero un panorama muy distinto se pinta ante nuestros ojos cuando desvestimos esos casos de los números y nos concentramos en el drama humano que trae consigo ser víctima de pandilleros o bandas criminales dedicadas a exigir dinero a cambio de no ser asesinado.

Ayer, cuando la semana laboral y escolar empezó para todos, se produjo un ataque armado más vinculado con esas bandas de extorsionadores. En Villalobos III, Villa Nueva, delincuentes abrieron fuego contra los propietarios de una panadería.

Un padre de familia y su pequeña hija de 7 años de edad, murieron como consecuencia del ataque, mientras la esposa y madre de familia resultó herida.

La tragedia, como es fácil imaginarlo, resulta monumental. Padre e hija pagaron con su vida la osadía de ser trabajadores o de soñar con asistir a la escuela. En tanto, a semejante dolor, la madre de esta infante debe sumar la necesidad de sacar adelante a sus tres hijos vivos.

Una anciana sola y a quien Don Beto (como se conocía al comerciante asesinado) cuidaba y apoyaba, también es una víctima de la tragedia, pues pierde una mano de apoyo que veía por ella desinteresadamente. Tampoco irá más a la celebración del Día de los Abuelos, pues era la niña acribillada quien la invitaba a su escuela.

Por esas situaciones peculiares de la vida, la pequeña Débora terminó cubriendo con su cuerpecito a su hermano Pablo, sobre quien cayó al ser mortalmente herida. Así pudo el niño salvarse de los disparos.

También los vecinos de Villalobos III perderán, pues no solo dejarán de tener acceso al negocio que les proveía literalmente el pan de cada día, sino que pierden a un dirigente del Cocode y a un servidor activo de la iglesia cristiana del barrio.

Por supuesto que muchas historias parecidas habrá tras las tragedias que afectaron ayer mismo al chofer y ayudante de un camión repartidor de agua purificada, al padre e hijo asesinados a la misma hora, aunque en lugares separados de Chimaltenango, y a los atacados en La Máquina, Suchitepéquez.

Sin embargo, siempre vale la pena recordar que tras las frías cifras, siempre quedan las historias desgarradoras de las víctimas y sus familias.

Publicado el 09 de septiembre de 2014 en www.s21.com.gt por Editorial Siglo Veintiuno 
http://www.s21.com.gt/editorial/2014/09/09/extorsiones-mas-alla-cifras

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