Precariedad y desentendimiento

La crisis que registran algunos centros asistenciales públicos parece ser recurrente en todos los gobiernos. Algunas veces por la falta de planificación, otras por la indiferencia y desatención a las que ha sido sometido el sistema de salud de los guatemaltecos. Falta de insumos, falta de personal o recursos financieros son la constante.

Nuestra clase política parece desentenderse de ese servicio esencial que brinda el Estado a la población más desfavorecida del país. Quizá porque ellos pueden garantizarse un servicio privado y por ello el público les importa poco.

El 9 de abril, médicos del Hospital Nacional José Felipe Flores, de Totonicapán, no prestaron el servicio de consulta externa debido a la falta de medicamentos para atender a los más de 300 pobladores que acuden a ese lugar. La falta de material quirúrgico llevó a que las cirugías fueran selectivas. El 22 de abril, los médicos del Hospital Regional de Cobán, Alta Verapaz, debido a las mismas carencias, llevaron a cabo la misma acción.

A mediados de mayo, en el Hospital Regional de Huehuetenango se dejaron los prestar los servicios en la consulta externa, los servicios de laboratorio, banco de sangre, cirugías programadas y rayos X, para denunciar carencias de personal e insumos, así como la politización de asignación de plazas. A ello se sumó la falta de búnker para el funcionamiento de 2 calderas, lo cual paralizó el área de lavandería, lo que obligó a enviar la ropa a otros nocosomios para ser lavada.

Esta semana, el Hospital Nacional de Guastatoya, El Progreso, dejó de realizar las intervenciones quirúrgicas a consecuencia de la carencia de insumos médicos.
Ayer, los médicos del Hospital Roosevelt informaron que a partir de hoy suspenderán la atención en algunas áreas de la consulta externa y las cirugías programadas debido a falta de insumos. Los médicos explicaron que el hospital está en “situación crítica” debido al desabastecimiento. Los insumos de laboratorio y quirúrgicos con los que cuentan alcanzarían para entre 2 y 7 días de atención. Este centro asistencial atiende diariamente a unos 2 mil guatemaltecos de escasos recursos.

Sumado a esta situación, el Ministerio de Salud Pública canceló la contratación de 51 organizaciones no gubernamentales que brindaban servicios médicos como prestadoras de salud en la provincia, las cuales formaban parte del Programa de Extensión de Servicios. Estas ONG brindan cobertura a unos 2.5 millones de personas en las comunidades más recónditas del país.

Es importante reflexionar y tomar decisiones puntuales respecto a estas situaciones que surgen en el sector salud. Caso contrario, pueden ser el detonante de una huelga general como la que se registró justo hace 8 años, durante el gobierno de Óscar Berger, cuando el personal médico de los hospitales públicos paralizó sus labores por 48 días. Es necesario que las autoridades, tanto del Ministerio de Salud como de la Presidencia, busquen salidas inmediatas al desabastecimiento que registran los nosocomios, porque sería una irresponsabilidad poner en juego la vida de los guatemaltecos.

Publicado el 24 de julio de 2014 en www.s21.com.gt por Editorial Siglo Veintiuno
http://www.s21.com.gt/editorial/2014/07/24/precariedad-desentendimiento

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