Caminante, no hay camino…

Entonces: ¿Por qué la miseria y la violencia? ¿Por qué las grandes carencias? ¿Por qué la contracción en la calidad y cobertura de la salud y la educación? ¿Por qué el éxodo de los niños, jóvenes y adultos? ¿Por qué el crimen, las maras y el sicariato? ¿Por qué los niños y niñas mueren de desnutrición?¿Por qué nuestra sociedad se está quedando sin sueños ni esperanzas? ¿Por qué nuestra inconformidad?

La respuesta es simple: dirigentes políticos sin ideas, proyectos, estrategias, ni capacidad de articular políticas públicas integrales, coherentes, con consistencia interna; la corrupción desmedida y sin límites y la ausencia de fronteras y restricciones al poder. Una derecha que se limita a hacer negocios e infiltrarse en los gobiernos para lucrar, sin un proyecto nacional; y una izquierda paralizada por su dogmatismo, su falta de imaginación y sus antecedentes Stalinistas. Caminante no hay camino…