Menor migrante viajó para ayudar a su mamá

Reunir los recursos para pagar el tratamiento de la epilepsia de su convaleciente madre y construir su casa eran los sueños que motivaron el viaje rumbo a Estados Unidos de Gilberto Francisco Ramos Juárez, quien fue hallado muerto hace 15 días en el desierto de McAllen, Texas, EE. UU.

/ / Consternación por muerte de niño migrante

Su viaje comenzó el 17 de mayo desde San José Las Flores, Chiantla, Huehuetenango, donde sufrió los embates de la pobreza característica del área rural del altiplano guatemalteco.

En esa aldea, clavada en lo alto de la Sierra de los Cuchumatanes, permanece postrada en una cama Cipriana Juárez Díaz, madre del menor, y quien entre lágrimas, temblores de cuerpo y dificultad para hablar recuerda cómo junto a su hijo prepararon una mochila en la que llevó una mudada, le colgó un rosario al cuello y lo despidió al emprender el viaje para reunirse en Chicago con el mayor de sus hermanos, Edwin, de 25 años.

Ramos Juárez, cuya edad real era 15 años, pero que oficialmente tenía 11, pues fue inscrito cuatro años después, era el segundo de los tres hijos de Cipriana. El más pequeño, de 11, se llama Aroldo.

“Me voy para curarte mama, y cuando regrese ya voy a tener mi casa”, fue la última frase que Juárez Díaz recuerda de su pequeño, antes de partir con un coyote identificado como Zacarías. A este le pagaron Q20 mil de los Q42 mil que les cobraría para llevarlo por “una ruta segura”.

Angustia y dolor

Los padecimientos apenas permiten que Juárez Díaz se levante de la cama, donde permanece casi todo el día. Pero ayer, junto a su esposo Francisco Ramos Díaz, lloraron frente a un pequeño altar que erigieron cuando debieron identificar, mediante declaración jurada, que su hijo era el pequeño hallado muerto en el desierto de Texas.

“No sé cómo voy a soportar el día que llegue su cuerpo. Le pido a Dios que lo traigan para verlo… Cuándo lo voy a volver a ver; ya me cansé de llorar”, expresó Juárez Díaz, entre sollozos.

La espera será larga. Autoridades guatemaltecas en Texas afirman que no hay fecha para repatriar el cadáver aunque se agiliza el trámite.

El padre del menor aseguró que durante meses su hijo insistió en que quería irse de “mojado”, al grado que hicieron un préstamo de Q20 mil para el primer pago al coyote.

Comentó que dio su consentimiento debido a la insistencia. “No quería que se fuera, pero de tanto que me dijo, opté por ayudarlo, sin pensar que terminaría de esta forma. Si hubiera sabido que solo para morir se iba, no se lo permito”, aseguró.

Agregó que la pobreza y la desesperación por no tener dinero para pagar el tratamiento de su esposa han motivado a sus hijos a migrar.

Ahora, las preocupaciones de la familia son que Juárez Díaz tenga una recaída y cubrir el traslado del cuerpo del menor a San José Las Flores, porque hasta ayer ninguna autoridad o institución se había comprometido a ayudarlos.

Pobreza extrema

El drama de migrar a Estados Unidos no es ajeno a los 20 mil residentes de San José Las Flores.

Según Orlando Tello, integrante del Consejo Comunitario de Desarrollo (Codede), aproximadamente el 25 por ciento de la población vive en EE. UU. y otro alto porcentaje ha estado en ese país. La mayoría han viajado sin documentos.

La necesidad de un ingreso, construir casa y mejorar la situación económica en general son la justificación para migrar.

Tello refirió que hace unos meses llegó a la aldea la noticia de que había amnistía para menores de edad y mujeres embarazadas, que al ser capturados por migración en territorio estadounidense serían llevados a refugios y luego puestos en libertad. Eso originó que muchos vecinos decidieran emprender el viaje, entre ellos unos 10 menores.

Se lamenta que la vida en su comunidad sea difícil, porque las cosechas solo alcanzan para el autoconsumo cuando se aplica abono; de lo contrario, deben comprar maíz y frijol en poblaciones vecinas.

Raúl Cifuentes, presidente del Cocode, aseguró que unas 25 comunidades de la región están abandonadas por las autoridades, sobre todo porque la carretera está en malas condiciones y con la lluvia se vuelve intransitable.

Lo más dramático, aseguró Cifuentes, es trasladar enfermos a la cabecera departamental. Recordó que muchas personas han muerto en el trayecto de 52 kilómetros que se recorren en cuatro largas horas.

A eso, afirmaron los líderes comunitarios, se agrega que para estudiar básicos los jóvenes se deben desplazar a la cabecera, lo cual implica Q50 diarios de pasaje, algo imposible de pagar para la mayoría.

Por aparte, la fiscal general Thelma Aldana dijo que pidió investigar cómo se produjo el viaje del mejor para procesar a quienes resulten implicados.

TRISTEZA

Esperaban llamada desde Chicago

Natalia Juárez Díaz, tía del menor muerto, afirma que la noticia ha devastado a la familia, porque ellos esperaban una llamada donde les dijera que ya estaba con su hermano en Chicago. Sin embargo, lo que recibieron fue la notificación de que Gilberto Ramos Juárez  había muerto.

La familiar no pudo ocultar sus lágrimas al referirse al dolor que causa la pérdida y, sobre todo, lo dura que fue la vida del menor.

Ramos Juárez debía dedicarse a las tareas agrícolas para cosechar la comida y buscar trabajo con vecinos para obtener dinero y poder colaborar con los gastos de la casa, que llegan hasta Q10 mil mensuales cuando su madre enferma de la epilepsia.

“Cuando mi hermana —Cipriana Juárez— se ponía mal, él se sentaba  en la orilla de la cama a llorar. Su vida fue siempre muy difícil, por el sacrificio que le tocó, a pesar de ser niño”, relata.

Su anhelo siempre fue visitar a sus hermanos en Estados Unidos  y trabajar para ganar lo necesario.

La tía recuerda que cuando se fue, “Gilberto regresó tres veces a despedirse. Quizás presentía algo”, dijo.

RELATO

Niño aplicado y con gusto por la pintura

Francisco Javier Hernández fue maestro de Gilberto Francisco Ramos Juárez hasta tercero primaria, cuando abandonó la escuela debido a la enfermedad de su mamá.

Recuerda que  Ramos Juárez era un  niño aplicado y con talento para la pintura.

Hernández   labora  en la escuela de la comunidad desde hace siete años y atiende a 50 estudiantes de primero y segundo grados.

Afirma que  el 45% de vecinos ha viajado alguna vez a  Estados Unidos, y tan solo en el último mes se sabe de 12 niños que han partido junto a  sus madres, con la falsa esperanza de ser liberados tras entregarse a la Patrulla Fronteriza.

El maestro afirma que   las necesidades de San José Las Flores son muchas y las opciones  pocas, por lo que la única alternativa de las familias   es migrar o enviar a algún familiar a Estados Unidos para tener un mejor futuro.

“Cuando se consigue un día de trabajo en el campo, las personas ganan Q35, pero eso   no ocurre con frecuencia, pues los pobladores se dedican a cultivar su propia tierra”, lamenta.

Publicado el 02 de julio de 2014  en www.prensalibre.com por Mike Castillo
http://www.prensalibre.com/noticias/migrantes/Menor-viajo-ayudar-mama_0_1167483247.html

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