Los niños como centro del problema

El secretario de Estado de la Unión Americana, John Kerry, pidió ayer a los presidentes centroamericanos una ayuda para resolver el incontenible éxodo de niños migrantes no acompañados que cruzan la frontera y han colocado a ese país en un problema sin precedentes y además imposible de haber sido previsto.
 

En efecto, si alguien hubiera predicho situación semejante, habría sido tildado de loco porque era imposible pensar siquiera en niños de 8 a 12 años cruzando en ocasiones tres países para hacer lo mismo en la división entre México y Estados Unidos. Aun ahora, que cada vez hay más pruebas, resulta difícil de creer, como lo son también las diversas razones por las cuales los menores se lanzan a la aventura muchas veces mortal.

El problema principal es que por malas que sean las condiciones de los lugares donde llegan los niños, son mejores que las de donde vienen, y en ese sentido ellos piensan que parte del sueño americano se está cumpliendo cuando los dejan temporalmente en albergues que son casi inhumanos para la realidad estadounidense, pero que resultan más que aceptables para la realidad en que ellos han vivido en sus países.

Otra tragedia consiste en que para los países exportadores de migrantes, ese éxodo ha sido parte de la vida económica. No hay que olvidar que las remesas enviadas constituyen cerca de una décima parte del PIB. Todo eso se entremezcla y en cierto sentido se parece al caso del control del narcotráfico, que tampoco es efectivo, como no lo será el dedicado a los inmigrantes.

El anuncio del fracaso de la propuesta del presidente Barack Obama para la reforma migratoria parece coincidir con la posición absurdamente antiinmigrante del Partido Republicano, dispuesto a destruir políticamente al actual residente en la Casa Blanca, o aunque ello les signifique perder el voto latino y por tanto las próximas elecciones. Por aparte, todo se complica aún más con el anuncio del gobernante de admitir el fracaso de la reforma migratoria y su decisión de actuar por su propia cuenta.

Esto les otorga a sus enemigos políticos la oportunidad de lanzarse a una guerra de acciones legales, pero con la característica de que el mandatario estadounidense con seguridad tendrá el apoyo de alrededor de un tercio de la masa de votantes. Es posible que por ello en los comicios de medio término, programados para noviembre, cambie el panorama de la oposición en el Senado y en la Cámara de Representantes. Hasta hoy en día las encuestas señalan un aumento de fuerza política republicana.

Como queda claro, se trata de un verdadero maremágnum. A pesar de los esfuerzos, será difícil —aunque no imposible—, por disminuir la ola de emigrantes, incluyendo los infantes. Se debe entonces insistir en que el centro de las decisiones de todos los que tienen parte en este asunto sea el beneficio de los niños, víctimas inocentes que no tienen idea de cuánto arriesgan y de cuántos intereses se mueven cuando ellos se deciden a viajar al norte.

Publicado el 02 de julio de 2014 en www.prensalibre.com por Editorial Prensa Libre
http://www.prensalibre.com/opinion/ninos-centro-problema_0_1167483259.html

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