No se puede postergar la lucha por la niñez

La Procuraduría General de la Nación (PGN) pone en evidencia que, por ejemplo, los rescates por casos de maltrato van en aumento en los primeros cinco meses del año, pues mientras en enero apenas hubo uno, para mayo fueron 17. Otras cifras preocupantes que muestra esta entidad son las que se refieren a los niños migrantes, ya que de enero a mayo son 416 los que están en custodia. Detrás de cada uno de ellos hay una historia de carencias y desesperanza, así como también un reflejo de la crisis social por la que atraviesa Guatemala y del negocio en el que se ha convertido la movilidad humana; los mismos “coyotes” son quienes acuden a los centros de detención en Estados Unidos para sacarlos y hacerlos recorrer de nuevo la travesía para atravesar la frontera con los riesgos ya conocidos que esto implica.

Y es que la trata es un flagelo que cobra cada vez más fuerza. La Defensoría de las Personas Víctimas de Trata de la Procuraduría de los Derechos Humanos tiene en mano 41 expedientes de unas 80 víctimas que, en su mayoría, corresponden a niños. El Ministerio Público, de enero a abril, registra 204 víctimas de este delito, mientras que los tribunales solo reportan dos sentencias en ese período.

Los datos estadísticos y las declaraciones de los expertos en temas de niñez sobre la forma en que los niños se han convertido en mercancías, deben sacudir las bases de nuestra sociedad para ver, en principio, lo que estamos haciendo mal. No es posible que se pueda poner precio a una niña y que sea la madre quien se permita hacer de ella un objeto por el que puede transar, o que un bebé de meses ya muestre en su cuerpo las huellas del maltrato.

A la vez, las autoridades tienen la responsabilidad de tomar las medidas que sean necesarias para mejorar su respuesta ante estos hechos que son cada vez más deleznables, pero, principalmente, para evitar que ocurran. Por su naturaleza, el niño merece y debe ser protegido; Guatemala debe encontrar la clave para garantizar la inocencia y dignidad de sus infantes.