Maternalismo

Marta Yolanda Díaz Duran

El maternalismo es una tendencia tan mala como el paternalismo: son, al final, la misma cosa, la única diferencia es el sexo de quien lo encarna. Esta afirmación la hago dentro del contexto político; sin embargo, sus orígenes los encontramos en los primeros años de vida del niño, en su desarrollo como adolescente, en una enferma dependencia de sus padres y en el castrante sistema educativo actual. Luego, cuando esa criatura se convierte en adulto busca en los políticos a la madre o al padre que vele por él o ella y por sus necesidades. O sus deseos. O sus caprichos.

Ante el fracaso de papá Estado en complacer a los adultos incapaces de asumir sus responsabilidades personales, estos niños/adultos han volteado su rostro a la solícita mamá Estado, a quien consideran más susceptible de ser afectada por sus berrinches. No solo en Latinoamérica: en muchos lados más.

El inicio de esta tendencia, contemporáneamente, lo encontramos en la mítica figura retocada de Eva Perón en Argentina quien, sin haber ejercido directamente el poder, logró posicionarse en el imaginario de la mayoría como una mujer preocupada por la suerte de los más pobres, a pesar de que murió en 1952 con tan solo 33 años. Por cierto, su edad al fallecer, la misma que se supone tenía Jesús al morir, ha favorecido a sus biógrafos y a su elevación al altar de los santos, beneficiando a quienes han lucrado de esta ficción por décadas.

Entre los ejemplos más próximos puedo mencionar a Violeta Chamorro, en Nicaragua; a Mireya Moscoso, en Panamá; a Michelle Bachelet, en Chile, y a Dilma Rousseff, en Brasil, las cuales han logrado ser electas Presidentes de sus respectivos países. También las hay que, sin llegar a ser gobernantes, han logrado controlar los destinos de sus naciones. Entre ellas se encuentran Sandra Torres, en Guatemala, y Rosario Murillo, en Nicaragua, ambas esposas de Presidentes y ambas interesadas en ocupar ese puesto. Un caso especial es la actual Vicepresidente de Guatemala, Roxana Baldetti, quien recientemente se proclamó madre postiza de los guatemaltecos.

Más allá de las burlas que provocó en las redes sociales el comentario de Baldetti, lo que nos debe preocupar es que todavía hay muchos que anhelan que alguien se haga cargo de ellos cuando cumplen la mayoría de edad, hecho que explotan hasta el cansancio los politiqueros corruptos y mentirosos que quieren llegar al ejercicio del poder. El principal problema para quienes aceptamos nuestras obligaciones y nos esforzamos por mejorar nuestra calidad de vida con base en nuestro esfuerzo propio, es el infantilismo de tantos ingenuos capaces de apoyar una injusticia: que le quiten a unos lo que es de ellos para dárselo a otros, con la ilusoria y eterna espera de que esos otros sean ellos mismos. Todo con tal de creer, infructuosamente, que alguien más va a velar por su bienestar. Aquellos que optan por ser parásitos en lugar de hombres y mujeres creadores de riqueza y progreso.

Publicado el 19 de mayo de 2014 de www.s21.com.gt
http://www.s21.com.gt/principios/2014/05/19/maternalismo

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