Grupos de trata de personas traen a la capital a menores de edad para ser esclavizadas en tareas como tortear y atender negocios, esto se constató en octubre de 2013, cuando la policía liberó a varias adolescentes y capturó a Domingo Grave y a Pascual Montesinos, originario de Quiché, en Ribera del Río, San Miguel Petapa.
Expertos refieren que ese acto ilícito ha tenido auge en la explotación sexual por medio de la pornografía y la prostitución, pero también persiste en situaciones forzadas como matrimonios, embarazos o reclutamiento para integrar pandillas, además de la explotación laboral de menores en maquilas, trabajo doméstico, mendicidad, prácticas religiosas, vientres de alquiler, adopciones ilegales y tráfico de órganos.
Pesquisas en las que también participa la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) refieren que la modalidad de trata denominada turismo sexual ocurre especialmente en Antigua Guatemala, Quetzaltenango, Izabal y Petén.
En Sololá se investiga al personal de un hotel, ya que se cree que los encargados de contactar a menores de edad y ofrecerlas a turistas extranjeros atienden esos negocios.
Sandra Gularte, delegada de la PDH, experta en el tema, expuso que los matrimonios forzados persisten en Quiché, Totonicapán y Huehuetenango, y que se consideran delito de trata, ya que las adolescentes son otorgadas para cubrir deudas de familiares y sufren maltrato físico y psicológico.
También se califica como explotación laboral por trata cuando las personas tienen libertad pero son coaccionadas de alguna forma. Esto les ocurre a varios agricultores que son trasladados a fincas, pero el dinero que les pagan deben gastarlo en los comercios que sus patrones les asignan, explicó Gularte.
La experta aseguró que ese delito se puede reflejar en la explotación que se da en maquilas, por las condiciones laborales y el trato que reciben los trabajadores.
En Guatemala aún existe el trabajo forzado, sobre todo en fincas, donde las personas laboran y solo se les provee alimentación y servicios básicos, pero no se les permite retirarse del lugar.
Presencia invisible
Los expertos señalan que la trata de personas se observa en una trabajadora doméstica si no se le permite regresar a su lugar de origen, en una persona discapacitada utilizada para pedir limosna contra su voluntad, cuando un niño es enviado a vender golosinas para que los padres reciban las ganancias, si una menor es obligada a casarse por medio de argumentos religiosos y si una mujer recibe pago para gestar en su vientre un hijo de terceros.
Deudas se pagan con mujeres
En Quiché, una menor de 15 años acudió a la PDH. Tenía varios golpes y un niño en brazos. Se había escapado de su conviviente, con quien la casaron para pagar una deuda de sus hermanos, que migraron a Estados Unidos. La familia de la víctima hizo un préstamo y como garantía entregó las escrituras de terrenos propios.
El dinero de los hermanos para pagar lo que les cobraron nunca llegó, y para no perder las propiedades el padre de familia entregó a su hija para que se casara con el hijo del prestamista, quien la golpeaba y la mantenía en cautiverio.
Delito continúa en la sociedad
Las modalidades de trata de personas persisten en el país y son los menores de edad los más expuestos.
319 víctimas por este delito registraron autoridades en 2012.
570 agraviadas De trata se conocieron el año pasado en el MP.
44 menores fueron explotados sexualmente el año pasado.
12 sentencias condenatorias se emitieron en 2013, según la PDH.
Publicado el 08 de abril de 2014 en www.prensalibre.com por José M. Patzán http://www.prensalibre.com/noticias/comunitario/Persisten-formas-trata_0_1116488348.html
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