Esta situación tan lastimosa y deplorable pareciera un capítulo recurrente en nuestra cotidianeidad, pese a que la Carta Magna garantiza el derecho a la salud como una de las obligaciones esenciales del Estado.
Siglo.21 hizo pública, el martes, la escasez de la vacuna contra el neumococo en algunos centros asistenciales de la región central. El medicamento se aplica a niños de 0 a 6 meses para prevenir neumonías, shock séptico y meningitis, 3 de las 20 causas de muerte de menores registrados el año pasado. El neumococo es una bacteria que causa la muerte por neumonía, principalmente, en niños y personas de la tercera edad.
Según personeros de algunos centros asistenciales consultados, desde diciembre no hay disponibilidad de la vacuna y han tenido que remitir a los padres de familia que demandan el medicamento para los neonatos a otros puestos de salud.
La carencia de dosis del medicamento, según la publicación de marras, se debe al impago de una deuda a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) por parte del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS). Los personeros de la entidad aseguran que algunos centros cuentan con un número reducido de dosis. Explican que se efectúa la compra de 300 mil dosis a la OPS, para distribuirlas en los próximos días.
Al realizar la lectura de este escenario, da la impresión de que en el país estamos acostumbrados a regatear el costo de la salud de los guatemaltecos o a portarnos indiferentes a la pérdida de vidas humanas por la inacción de nuestras autoridades. No es justo que la irresponsabilidad de algunas personas genere impactos irreversibles en las familias que por la falta de recursos económicos se ven obligadas a recurrir al sistema de salud pública.
Es oportuno que las más altas autoridades de Gobierno deduzcan responsabilidades por este desabastecimiento, si se considera que la aplicación de la vacuna es de carácter preventivo y repercute en la reducción de pérdidas de vidas humanas.
El Gobierno, particularmente las autoridades del MSPSA, debe resolver sin demora alguna esta situación que afecta a las familias más desfavorecidas, en especial a los recién nacidos o ¿hay que sacrificar más vidas para actuar? Cuando la salud del pueblo está en juego, no hay justificaciones para comportarnos indiferentes a esa realidad.
Publicado el 12 de marzo de 2014 en www.s21.com.gt por Editorial Siglo Veintiuno http://www.s21.com.gt/editorial/2014/03/12/hay-que-sacrificar-mas-vidas
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