Modelos de TSE

frente a los abusos que han cometido este tiempo, pero lo que es peor, de los que seguirán cometiendo.

Pero como en Guatemala los rumores son la entretención favorita, partamos que lo dicho antes es mentira y existe un verdadero y maduro debate parlamentario en torno a la búsqueda de los mejores elementos para conformar nuestra máxima autoridad electoral y veamos los modelos de quienes tienen en nuestra región esa competencia.

Con México no existe comparación. El Instituto Federal Electoral gasta presupuestos indescifrables y una elección mexicana vale lo mismo que el presupuesto de Honduras, así que los vecinos del norte, en esta materia, desconocen la austeridad y mejor ni gastar tinta.

Honduras realizó hace muy poco sus elecciones generales y el Tribunal Electoral no dio la talla. Un relajo en la información de datos el día de las elecciones frente a un escenario de polarizaciones inusitadas, porque la escisión del partido Liberal consiguió trastocar el sistema bipartidista, fue significativo, de hecho dos candidatos se proclamaron ganadores. Ese no es un modelo a seguir.

En Nicaragua el Consejo Supremo Electoral no tiene el rango de Tribunal, sino que es un cuarto poder del Estado. Este órgano llevó ya elecciones municipales fraudulentas, apañó sin decir esta boca es mía una inconstitucionalidad de su propia constitución decidida por magistrados suplentes de la Corte Suprema de Justicia en un momento de descuido de los “Magistrados Liberales”, tampoco es un buen modelo. Además, su cercanía al Frente Sandinista y sus prácticas obscuras obligan a no seguir ese ejemplo.

Este año El Salvador y Costa Rica tuvieron elecciones presidenciales el mismo día. El Tribunal salvadoreño montó un sistema de información de datos que era un lujo, y no por caro, sino por efectivo. Cualquiera podía acceder en tiempo real al cómputo oficial, y como es lógico, cuando los datos fluyen la presión baja y la certeza se logra. Por su parte Costa Rica tuvo dos noticias inusitadas: quien se suponía iba de segundo quedó de tercero, y tendrán una segunda ronda electoral, lo cual no es nada común. El Tribunal Supremo de Elección fue muy lento en dar los resultados, pero la tradición de ser una autoridad seria y además fuerte, simple y llanamente no inquietó a nadie.

“Cuando veas la barba de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar” dice el refrán. Si en el Congreso existe un debate de altura, podremos influirnos de los hermanos salvadoreños y ticos. Mientras que si es cierto que lo pretendido es repartirse las plazas del TSE y el control del Renap, el modelo hondureño y nicaragüense será nuestro destino. Esperemos.