¡Boicot!

Por boicot debemos entender: “Impedir o entorpecer la realización de un acto o de un proceso como medio de presión para conseguir algo”. Ayer Prensa Libre, en titular de la primera página nos señaló la existencia de problemas en el Congreso para la elección del próximo Tribunal Supremo Electoral y estas líneas sirven para denunciar un intento de boicot. La existencia de diferencias en el Congreso por una elección no es, ni por asomo, noticia. Es normal, sucede en cualquier lugar del mundo. Una negociación política en una democracia es sana.

Nuestra democracia no es madura, y nuestra institucionalidad, menos. Vemos con mucha angustia algunas decisiones del Congreso, pero ahora se sugiere “un procedimiento” para elegir magistrados que llama la atención. Más de algún “listo” pretende que los magistrados al TSE salgan de “cuotas”, es decir, las bancadas grandes pondrán uno o dos, mientras que las pequeña si les alcanza para un suplente que se den por bien servidas.

Establecer un proceso de elección de magistratura por “cuota de partido” es un auténtico boicot al proceso democrático, porque primero, eso es llegar a acuerdos “formales” para ganar una elección en el hemiciclo (voto arreglado y amañado); y segundo, porque la idea jamás es que un diputado vote por quien no está de acuerdo. De acuerdo con la Ley Electoral y de Partidos Políticos, los próximos magistrados al TSE deben ser electos con una votación favorable de 2/3 de diputados, por tanto deben buscar un verdadero consenso calificando la idoneidad de los aspirantes, y nos sus vínculos hacia los partidos.

El actual Tribunal Supremo Electoral, con sus éxitos y fallas, fue producto de una decisión de cuotas. La UNE, estaba en el gobierno, el Partido Patriota, ahora gobierna, y la Gana, que había gobernado antes de la UNE, se repartieron las magistraturas y sellaron su compromiso con la elección de cinco magistrados.

Las últimas elecciones registraron muchas denuncias de “anomalías”, pero esa palabra se pone en los documentos porque es muy feo decir “intentos de fraude” o “fraude”. Cuando en un municipio votan personas que no son residentes en él, y es tal la cantidad de gente que así lo hace y cambia el resultado es fraude. El padrón electoral es básico para entender la dinámica electoral, y por ello es que parece chiste que sean los propios partidos políticos los que buscan su suicidio. Una elección con trampa no favorece a nadie.

En Guatemala no ha habido crisis electorales grandes porque el presidente se elige junto con las autoridades locales, pero cada vez más los alcaldes son señalados de amañar elecciones y es evidente que lo han logrado.

El Congreso tiene una gran responsabilidad: elegir un buen TSE no solo es garantizar una buena elección, es proteger la vida de muchas personas, porque siempre en conflictos electorales la violencia está presente. Esperemos sensatez, pero sobre todo responsabilidad con la propia democracia.

Una buena autoridad electoral legitima el ejercicio del poder y esto favorece a los partidos.

Publicado el 26 de febrero de 2014 en www.prensalibre.com por Alejandro Balsells Conde 
http://www.prensalibre.com/opinion/Boicot_0_1091890869.html

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