¿Por qué fracasan los países?

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Estuardo Zapeta

Una obra obligada para todos los que aspiran al poder. De Daron Acemoglu y James A. Robinson, este libro –el cual compré en versión electrónica en Sophos en línea—es una revisión histórica de las instituciones sociales, léase “económicas”, que han permitido el desarrollo de unas naciones y el fracaso de otras (incluida Guatemala).

El punto central de esta obra es el impacto de las “Instituciones” que han producido “economías extractivas”, y las que han producido “economías inclusivas”. Por “inclusivas” se refiera a la producción de instituciones económicas que fuerzan a aperturas políticas de cooperación en las cuales se produce la “destrucción creativa”.

Esta destrucción es la que produce la “innovación” necesaria para el avance de las sociedades. De hecho, los autores preguntan –como ya lo había hecho Louis Rougier en “El Genio de Occidente: Raíces Clásicas y Cristianas de la Civilización Occidental”—por qué no se dio la Revolución Industrial en varias civilizaciones. Y la respuesta está, según ellos, en la formación de “Instituciones”, entendiendo éstas como “un conjunto de normas”.

El subtítulo, Los Orígenes del Poder, la Prosperidad y la Pobreza, es un reto a un viaje por las historia de las “Instituciones” que han detenido el crecimiento económico, o han procurado su avance hacia el desarrollo. Desde los incas hasta los mayas, desde los romanos hasta los españoles colonialistas, el libro es una apertura hacia exploraciones en las conformaciones históricas de los países, y como esa conformación ha determinado los procesos actuales de instituciones económicas y políticas. Sólo recomiendo el apartado para Guatemala en este libro.

(Entiendo que la crítica, yo incluido, podría adjetivar a esa visión de “determinista”, pero eso lo dejo para otra discusión).

Después de leerlo, sobre todo en la explicación de las “economías con instituciones extractivas”, no puedo más que pensar en Guatemala como un país con instituciones “extractivas”, léase como siempre hemos argumentado los Libertarios, “todas las economías mercantilistas son extractivas”, pero no sólo eso, sino que son propensas a la corrupción, al clientelismo, y a la no reproducción de liderazgos transformacionales, sino de simples liderazgos “carismáticos”.

Las economías con instituciones extractivas generan élites políticas que se cierran a la innovación (la destrucción creativa). Esas élites generan procesos de extracción y se aferran al poder que se reparte entre ellos de manera tal que prosiguen con una máxima extracción hasta niveles que destruyen el sistema mismo.

Ese mercantilismo (la aberración del Mercado) es el que permite una dependencia enorme de muchas personas a las limosnas de las élites políticas que, haciendo la “extracción”, generan clientelismos.

Acemoglu y Robinson construyen un caso con base en evidencia histórica para demostrar que las instituciones “de cooperación social” –o sea “inclusivas”—son las que han producido países desarrollados, estables y con futuro. Y sólo vea Guatemala para entender las “Instituciones extractivas mercantilistas.”

Publicado el 25 de febrero de 2014 en www.s21.com.gt 
 http://www.s21.com.gt/era-libertaria/2014/02/25/u-que-fracasan-paises

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