Luis Figueroa
Todo de forma educada, comedida, y no violenta.
¿Notas el silencio ominoso de la mayoría de columnistas chapines frente a la conducta criminal de la tiranía en Venezuela? ¿Notas el silencio criminal de los gobiernos latinoamericanos?
El miércoles, en la República Dominicana, la periodista Nuria Piera puso en su lugar al embajador de Maduro; pero no todos tenemos la oportunidad de hacer algo así. ¿Qué podemos hacer sin los medios que tienen otros para expresar repudio contra la violencia, los asesinatos y la captura de Leopoldo López?
Si yo fuera dueño de un restaurante y llegaran funcionarios de la Embajada de Venezuela, les diría que no los atenderé. Yo tuve un restaurante e hice eso con un par de bolos que estaban molestando a una de mis meseras. Y si uno puede hacer eso con dos patanes corrientes, ¿por qué no puede hacerlo con representantes de una tiranía? ¿Sabes? Si estoy de cliente en un restaurante donde hay funcionarios venezolanos, se lo haría saber al propietario, o al gerente; y si él no hace algo, pediría mi cuenta y me retiraría. Lo mismo se aplica para cualquier otro negocio, o servicio. ¿Por qué no?
Todo de forma educada, comedida, y no violenta. Nada delictivo es admisible, porque uno no es como ellos, ni quiere ser como ellos.
¿Sabes qué más haría? Si en mi edificio, en mi condominio, o en mi colonia vivieran representantes del gobierno de Maduro, les dejaría una nota en su buzón, o bajo su puerta. Si los hallara en el elevador, o en la garita, les diría –serena, pero firmemente– que es criminal reprimir manifestaciones pacíficas y que es criminal asesinar gente para permanecer en el poder.
Si tuviera compañeros de trabajo, o de estudios que están relacionados con la satrapía que detenta el poder en Venezuela, respiraría hondo y de forma cortés, pero bien clara, les haría saber que tan culpable es quien comete un crimen como quien lo calla. Lo haría si en la cola de la caja del supermercado veo a un diplomático venezolano exigir que no se le cobre el IVA. Si trabajara en el edificio Atlantis, donde está la embajada de Maduro, dejaría una nota al administrador y otra al embajador.
¿Sabes? También lo haría con diplomáticos cubanos.
Publicado el 21 de febrero de 2014 en www.elperiodico.com.gt http://elperiodico.com.gt/es/20140221/opinion/243012/
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