Una gestión pública improvisada, errática y bicéfala

En el Pacto Fiscal para el Cambio, el Pacto por la Seguridad, la Justicia y la Paz, y el Pacto Hambre Cero centró el presidente Otto Pérez Molina los pilares sobre los cuales asentaría su plan de Gobierno. Sin embargo, como prioridades de Estado, estos tres espacios no han logrado coordinarse entre sí para alcanzar las metas propuestas, mencionó Carmen Ortiz, encargada del Programa de Opinión Pública, de la Universidad Rafael Landívar.

 La anterior fue una de las conclusiones de la Evaluación del Segundo Año de Gobierno de Otto Pérez Molina, elaborada y presentada ayer por este centro académico. Ortiz, quien presentó el informe, explicó que a siete expertos se les realizaron entrevistas para apoyar este trabajo. “Las valoraciones se estructuraron en torno a los siguientes ejes: evaluación general del Gobierno, elementos que caracterizan la situación actual, comparación con el gobierno anterior, avances, retrocesos y tareas pendientes”, señaló.

 La académica mencionó que la falta de información, en el caso del Pacto Hambre Cero, o inapropiada como la del Pacto por la Seguridad, la Justicia y la Paz fueron limitantes a la hora de elaborar este documento.

 “Reconocemos que en el caso del Pacto Hambre Cero, el Gobierno hace esfuerzos por crear indicadores que permitan dar cuenta de los avances reales del mismo. En el caso de Seguridad existe disposición de la Policía, Inacif y el Ministerio Público por otorgarla. Pero, el número de homicidios no sirve para medir avances en la materia”, afirmó.

 Renzo Rosal, director de Incidencia Pública de la URL, consideró que uno de los aspectos en los cuales hizo énfasis Pérez Molina, durante el cambio de mandato, fue que implementaría el modelo de gestión por resultados. “Que este cambiaría el tema del clientelismo, pero en la práctica solo ha sido un discurso que le ha servido para captar recursos de entidades internacionales”,  dijo.

 Mal calificado

 Después de 18 meses de gobierno, la ciudadanía comienza a dar señales de pesimismo. De acuerdo con las encuestas, solo el 48 por ciento de los guatemaltecos aprueba la administración de Pérez Molina. “Parte del desgaste es el impacto de la Reforma Fiscal, que afectó a los segmentos medio-alto que están más expuestos a los medios de comunicación masivos, y el atraso en la puesta en marcha de los programas sociales”, refirió Ortiz.

 La percepción de que se trata de un gobierno bicéfalo –dominado por dos personas–, también ha provocado incertidumbre en la ciudadanía.

Existen indicadores

 Luis Enrique Monterroso, responsable de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional (Sesan), refirió que el Pacto Hambre Cero cuenta con 62 indicadores precisos que permiten medir el avance del mismo. “Desconozco a quién solicitaron información y por qué no la proporcionaron”, indicó.

“Contamos con un sistema de evaluación que permite hacer mediciones, semanales, mensuales, anuales y mapas para planificar en cada municipio”, aseguró.