Ricardo Falla

Ricardo Méndez- Ruiz

 

Falla y Marcos son la misma persona.

Monimbó fue el nombre que la Dirección Nacional del EGP dio al campamento que servía como su cuartel general en Ixcán, muy cerca de la frontera con México, al principio de la década de 1990.

 Información que poseía la Dirección de Inteligencia se confirmó con información proporcionada por inteligencia estratégica de Estados Unidos, que utilizando sofisticados equipos de fotografía aérea convencional y térmica a gran altura, así como intercepción de comunicaciones y radiogoniometría, no dejaron lugar a duda con respecto a que esa zona constituía un centro de control de suma importancia y que en ella se ubicaba la Dirección Nacional, centro de comando y control del EGP.

Los combates duraron diez días, a partir del 19 de noviembre de 1992. Cuando el Ejército logró tomar el campamento se habían sufrido muchas bajas de ambas partes, se capturó gran cantidad de armamento, equipo y muchos quintales de marihuana embalada, pero, lo más importante: se capturó gran cantidad de información. La más relevante fue, sin duda, la que confirmaba que quien utilizaba el seudónimo de Comandante Marcos era el jesuita Ricardo Falla, además de la relación entre la Iglesia católica y las Comunidades de Población en Resistencia (CPR) con el terrorismo –Falla, la Iglesia y las CPR siempre han negado esos vínculos–.

 Tengo en mis manos el Informe Operación Monimbó, elaborado por la Dirección de Inteligencia de aquel entonces. Las pruebas son irrefutables. Por ejemplo, hay un acta de matrimonio redactada a mano y firmada por Ricardo Falla con letra idéntica a la de un documento con lineamientos políticos y estratégicos del EGP. Expertos grafotécnicos de inteligencia estadounidense confirmaron que varios documentos manuscritos firmados por Marcos, encontrados en Monimbó, fueron elaborados por Falla.

 Un reportaje al respecto de esa operación fue elaborado por Juan Luis Font para la prestigiosa revistaCrónica (número 259, 15-21 de enero de 1993), en la que da cuenta detallada de lo acontecido en Monimbó –no menciona la participación de Estados Unidos, porque nunca se había hecho pública, hasta hoy–. Sin duda, lo más importante del reportaje de Crónica son las declaraciones de Miguel Ángel Sandoval, para entonces uno de los cinco comandantes del EGP, incluyendo a Falla, y miembro de la comisión político-diplomática de la URNG: “Todo mundo sabe que Marcos es el padre Ricardo Falla y que usa ese nombre en homenaje al evangelista”.

 En breve, entregaré el informe de la Dirección de Inteligencia al Ministerio Público para que se deduzcan responsabilidades a Ricardo Falla; eso, por supuesto, solo podrá ser posible cuando Claudia Paz y Paz ya no esté al frente de esa institución.

Artículo publicado en el diario guatemalteco El Periódico, el día martes 19 de noviembre 2013.

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