Antes de iniciar su visita a estas líneas le digo: Feliz lectura, aunque encontrará algunas ideas inesperadas. La oportunidad llama dos veces. Siempre. El título de esta columna se inspiró en la película El amor llama dos veces (Tom Hanks y Julia Roberts, 2011). Hay un hilo dentro de nosotros que conecta con lo inesperado y lo trascendente.
Quizá usted ha escuchado la voz de su interior para iniciar un sendero diferente, pero no se atreve, porque la vida lo ha estructurado y programado en una forma rígida, quizá buena pero sin emoción y sin potencial. Y se ha conformado con observar su sueño desde la distancia y ver cómo este se esfuma entre su realidad, tras los barrotes de la rutina. El sueño está ahí, pero tiene miedo de ir tras él y tomarlo con sus manos.
Hay muchas teorías y campos de conocimientos. Imposible saberlo todo, pero es posible intuir y juntar conocimientos y experiencias. Desconozco su situación en este momento, pero soy experto en imaginar. Hay que tirar la moneda al aire, es decir, hay que tomar riesgos para conquistar sueños. Sí, dije “sueños”, ¿usted los tiene? O, ¿renunció a ellos para satisfacer a las personas que lo rodean?
Todos dan por sentado que cada ser humano tiene uno, pero pregúntese en este momento cuáles son sus sueños, regrese a la época de la inocencia donde su mente daba vida a lo más inverosímil. Y se prometió alcanzarlos porque desde hace muchos años los vio cumplidos. De niño, me imaginaba que sería un creador, y esto ha sido un proceso, con éxitos y caídas, silencios y de regreso al camino, hay algunas pistas en: www.carloscerdaescritor.com
En la escuela se recibe información, y muchos profesores exigen la memorización. Así suele suceder, pero la vida no es tan rígida como la memorización, sino flexible como la intuición y la capacidad de relacionar el saber y las habilidades prácticas. La vida es como noviembre, donde el cielo tiene un azul intenso, los jocotes han madurado, y las fiestas se anuncian. Siempre que sea una vida con sueños vividos. Y perseguir decididamente los sueños, es ya vivirlos.
Hay que asomar la cabeza fuera del esquema que lo mantiene muerto en vida. Mafalda, en la breve historieta, le pregunta a su mamá, quien trabaja sin parar todo el día lavando platos y arreglando la casa: “¿Mamá, cuándo vas a empezar a vivir?”. La oportunidad llama dos veces cuando un pensamiento de esperanza y posibilidad pellizca su mente. Esos sueños están guardados en su corazón, pero quizá han sido ocultos por la fría vida llena de días iguales.
Cuando a Larry Crowne (Tom Hanks) lo echan de su trabajo, en una despiadada corporación después de años de servicio, él, con más de 50 años, decide retomar la universidad y rehacer su vida. La universidad se convirtió en un laboratorio que le recordó que estaba vivo, que respiraba y que podía aprender y enamorarse.
La oportunidad le llama por segunda vez, deje volar su mente creativa y talentosa para crear algo nuevo que, sobre todas las cosas, potencie su vida y sea un signo de alegría para la humanidad. Usted lo siente en su corazón, siempre lo ha sentido, pero se ha detenido. Es hora de apagar el interruptor del letargo.
La oportunidad que le llama por segunda vez puede hacerse realidad en su vida si se detiene a observar con el corazón la oportunidad, si despierta un poco de creatividad y lleva a cabo ese sueño, si hace posible hacerlo real. Seguro que encontrará resistencia en su entorno inmediato, pero el vuelo, volar con alas de victoria, exige valor y escucha de la voz interior.
Siempre hay tiempo para desaprender, y amarrarse los zapatos para correr tras los sueños. No importa que edad usted tenga, o en qué circunstancia se encuentre, sea leal a la voz del niño o niña que concibió desde el universo de la imaginación, una hermosa vida: Dé la bienvenida a la voz de la oportunidad, regresar a los estudios es una pista.
Publicado el 08 de noviembre de 2013 en www.elperiodico.com.gt por Carlos Alberto Cerda Gaitán. http://elperiodico.com.gt/es/20131108/opinion/237573/
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