¡Basta de hipotecar nuestro futuro!

La deuda pública explotó durante el régimen de Álvaro Colom (2008-2012). Según el Banguat, al 31 de diciembre de 2011, la deuda pública interna se situó en Q45 millardos (miles de millones) 74.6 millones, en tanto que, al 31 de diciembre de 2007, se situaba en Q24 millardos 191 millones, o sea que aumentó Q22 millardos 111.3 millones, es decir un 86.3 por ciento. Asimismo, la deuda pública externa de Guatemala, al 31 de diciembre de 2011, se situó en US$5 millardos 604.9 millones, en tanto que, al 31 de diciembre de 2007, ascendía a US$4 millardos 226 millones, o sea que en cuatro años aumentó US$1 millardo 176.6 millones (Q9 millardos 220 millones), es decir un 32.6 por ciento.

 Según informaciones del Banguat, al 30 de septiembre de este año, la deuda pública interna se situó en Q51 millardos 135.1 millones, lo que significa que, desde el 31 de diciembre de 2011 (1 año y 9 meses), aumentó en 13.4 por ciento, y la deuda pública externa llegó a US$6 millardos 620.5 millones, o sea que, desde el 31 de diciembre de 2011, se incrementó en un 18.1 por ciento.

  El déficit fiscal es la causa eficiente de este obsceno aumento del endeudamiento, que, a su vez, se debe a un progresivo e incontrolable gasto público, que ninguna recaudación tributaria podrá financiar jamás. Luego, si no se rebaja el gasto, estaremos condenados a contratar más préstamos y decretar más impuestos para que los manirrotos políticos y burócratas sigan derrochando a sus anchas, fundamentalmente en gasto de funcionamiento, sin ningún control, transparencia, calidad ni estrategia.

 Eso sí, el Banco Mundial (BM) prestará al Estado de Guatemala US$200 millones y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) US$237 millones, a sabiendas de que el nivel de deuda pública es crítico. Señores del BM y del BID sepan que los ciudadanos guatemaltecos no queremos más préstamos, entendieron, ¡no más préstamos! No queremos su dinero ni sus recetas económicas. ¡Basta de hipotecar al país!