Estados Unidos está metiendo la pata

Ricardo Méndez- Ruiz

Obama dispuesto a apoyar a Al Qaeda.

El 1 de octubre murió el prolijo escritor estadounidense Tom Clancy; precisamente cuando me encontraba a la mitad de la lectura de una de sus últimas obras, En la mira.

 Clancy supo mezclar con sumo talento en sus novelas el trabajo de las unidades de la comunidad de inteligencia y de las fuerzas especiales, entre otras, en la lucha contra el terrorismo –un tema en el que era experto–, no solo por parte de los Estados Unidos sino también de otros países.

 Se le tildó de conservador, neoliberal y militarista. Talvez por eso me identifiqué tanto con su obra a lo largo de los años.

 En el libro que arriba menciono, Clancy escribió: “…era sólo la suerte de la geografía lo que hacía que los Estados Unidos de América hubieran sobrevivido doscientos años y más en esta tierra. Si el país de estos imbéciles fuera levantado de su hemisferio y dejado caer en el centro del Medio Oriente, con su aquiescencia infantil con aquellos que les harían daño, no sobrevivirían un solo año”.

 Retrocediendo varias semanas en el tiempo, hasta la inminente intervención directa de los Estados Unidos en Siria, es fácil darse cuenta de qué tan preciso es el párrafo que arriba cito. Fue necesaria la intervención del presidente ruso Vladimir Putin, quien hubo de enmendarle la plana a Barack Obama, cuando estuvo a punto de atizar un conflicto que se habría extendido a todo el orbe. Digno heredero del también demócrata Jimmy Carter, que legó al mundo –y especialmente a su país–, dolores de cabeza en América Latina y el Oriente Medio.

 De una manera inexplicable, Obama demostró estar dispuesto a apoyar a Al Qaeda en Siria, organización terrorista internacional responsable del asesinato de miles de ciudadanos inocentes en los atentados del 9/11.

 No es de extrañar entonces, que en Guatemala los Estados Unidos apoyen, sin lógica alguna, a los descendientes en línea directa de los terroristas que en 1968 asesinaron a su embajador, John Gordon Mein, y sembraron el terror sin miramientos.

 ¿Por qué los Estados Unidos apoyan grupos que por medio de la violencia atentan contra del desarrollo en Guatemala, si ello acarreará una grave crisis de seguridad para su país en su traspatio? Creo que es tiempo de que el embajador se siente con los responsables de la CIA en Guatemala, para que le expliquen cómo el Departamento de Estado está metiendo aquí la pata. Que Tom Clancy los ilumine.