Sin discurso

 JOSÉ RAÚL GONZÁLEZ MERLO

La Fundación para el Desarrollo de Guatemala (Fundesa) realizará el Encuentro Nacional de Empresarios, Enade 2013, bajo el lema “Sin Divisiones Multiplicamos”. Su propósito es alcanzar el desarrollo humano y la paz social mediante la eliminación de la desnutrición y la mejora en la educación. Nada puede descomponer más a algunos que un sector privado tomando el liderazgo en temas sociales… Quienes hacen del conflicto (armado y desarmado) su modo de vida, están incómodos.

Si la caída del muro de Berlín terminó de desacreditar su ideología, la pobreza de sus ideas está haciéndoles perder hasta el discurso… Como para que no estén incómodos con el Enade. Ahora resulta que el sector privado tomó el liderazgo en los asuntos que “tradicionalmente” eran sus banderas. La desnutrición y la educación eran sus territorios de batalla. Si el sector privado se “mete” a resolver esos problemas, se van a quedar “sin chance”.

Por lo tanto, la reacción no extraña sino confirma lo que siempre ha sido evidente. En vez de “subirse al barco” y contribuir a un país menos pobre y más unido, los críticos hacen lo único que han sabido hacer por décadas: atacar y promover la división. Ante el fracaso con las armas, demagogia es el nuevo armamento. Antes de cualquier cosa hay que redistribuir la riqueza —alegan—. Y con esa crítica pretenden regresar el discurso y la atención de la gente a los objetivos del conflicto armado: división y redistribución. Una muestra de la pobreza de su imaginación e intenciones.

El tema de la desnutrición infantil y la educación no es algo nuevo para el sector privado guatemalteco. Las más emblemáticas empresas desde hace años están trabajando, de manera eficiente, en reducir los índices de pobreza y mejorar los índices de educación. Gracias a programas específicos de alimentación, escuelas o la mera generación de empleo, miles de familias están logrando alimentarse y educarse cada vez mejor. Algo que los detractores del Enade jamás podrían realizar por su natural incapacidad.

Pero como lo anterior no es suficiente, el Enade es una convocatoria al liderazgo nacional para trabajar juntos. Cerca de 2,500 de ellos estarán escuchando ideas para trabajar conjuntamente en superar los grandes retos que tenemos. El trabajo en equipo entre sector privado y público es clave. Pero lo imperdonable, para los detractores del Enade, es que el sector privado tome el liderazgo. A las empresas hay que extraerles la riqueza obtenida de forma “inhumana” y redistribuirla de manera más “equitativa” —dicen—. Un discurso trasnochado pero vigente en la mente de la minoría que lucra con la división y el conflicto.

Hipócritas; porque mientras expresan su molestia por la grave situación de pobreza, hacen lo posible por no superarla. Porque si se superan nuestros problemas, se quedarían peor de lo que están hoy: sin ideología, sin discurso, sin ideas y sin fondos del exterior para seguir lucrando de la miseria. Hay que evidenciarlos para que menos gente caiga en su engaño redistributivo.

homoeconomicus@outlook.com

Artículo publicado en el diario guatemalteco Prensa Libre, el día martes 8 de octubre 2013.

 

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