Independencia y libertad

Esta semana celebramos un ani- versario más de la declaración de independencia de España. Sin embargo, casi doscientos años de vida independiente no se han traducido en un sistema en donde prevalezca el Estado de Derecho y donde los guatemaltecos seamos libres de perseguir nuestros propios sueños sin injerencias ni obstáculos de los gobernantes. Cambió el gobernante, pero al sistema todavía le falta mucho para que podamos considerarnos verdaderamente libres. Debemos entender que son temas distintos.
 

La independencia se refiere a las relaciones entre países, la libertad tiene más que ver con los individuos. Un país puede ser muy “independiente”, sin embargo tener completamente esclavizados a sus habitantes. Ejemplos han abundado a lo largo de la historia de la humanidad. Nunca han faltado los personajes que se han querido enseñorear de sus semejantes y, tristemente, en muchas ocasiones lo han logrado.

Afortunadamente, también encontramos en esa misma historia una larga línea de héroes, en su mayoría anónimos, que no se han doblegado ante la fuerza y crueldad de los opresores, sino que han resistido y luchado por alcanzar la libertad, para ellos y para los suyos.

En el siglo XIX y parte del XX la mayoría de países “colonizados” alcanzaron su independencia de los colonizadores. Este es un gran paso y amerita la celebración, pero no es el final del camino, considero que apenas es el inicio. Dejar de ser colonia es requisito necesario pero no suficiente. De hecho, en la mayoría de países las instituciones coloniales solo se transformaron en mercantilistas, pero siguieron permitiéndoles a los allegados el poder aprovecharse de los demás. Solamente cambiaron las personas —y en algunos casos ni siquiera eso—, pero el sistema siguió muy similar.

En el caso particular de nuestro país, parece ser que 192 años no han sido suficientes para lograr establecer un verdadero Estado de Derecho. Hemos avanzado en muchas áreas, aunque no tanto como algunos quisiéramos, pero definitivamente todavía falta muchísimo camino por recorrer.

Lo que nos debe quedar claro es que el camino que resta por recorrer es responsabilidad de cada uno de nosotros. Si estamos esperando a que sean los gobernantes quienes de buena voluntad cedan la impunidad que les permite aprovecharse de los recursos de los tributarios, estamos perdidos. Los cambios necesarios solo se harán cuando todos hagamos oír nuestra voz y les demostremos a los políticos que no estamos dispuestos a seguir siendo esquilmados y engañados por ellos.

Mientras los ciudadanos no reaccionemos, no hagamos oír nuestra voz, no propongamos cambios y no nos involucremos en ver que esos cambios se lleven a cabo, seguiremos siendo presa fácil de los corruptos, de los vividores, de los criminales.

En usted está la decisión. No fue suficiente lo que hicieron los próceres de la independencia. No fue suficiente lo que hicieron nuestros padres, abuelos y bisabuelos. No fue suficiente y los resultados lo comprueban. La pregunta es si nuestros hijos y nietos dirán lo mismo de nosotros dentro de unas décadas. ¿Es esta la Guatemala que les queremos dejar o podría ser mejor?

Publicado el 12 de Septiembre 2013 en www.prensalibre.com por JORGE JACOBS A
http://www.prensalibre.com/opinion/Independencia-libertad_0_991700836.html

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