Sabiendo que el presupuesto de ingresos y egresos del Estado para el año subsiguiente debe quedar aprobado a más tardar 30 días antes de su entrada en vigencia, los medios de comunicación por esta época se atiborran de información, a pesar que la población siempre ha sido simple espectadora de la propuesta gubernamental que, sin siquiera haberle puesto mínima atención a las ejecuciones presupuestarias del año anterior y precedentes, estiman lo que va a ocurrir al siguiente. Es decir, queda de lado lo más importante, aquellos datos que demuestran la barbaridad de proponer más egresos cuando estos siempre han sido superiores a los ingresos y que, en vez de incrementar la calidad del gasto y la inversión, se continúan mal administrando los recursos del Estado en asuntos que no persiguen el bien común de nuestra sociedad.
No se trata de inventar el agua azucarada, pues con solo abrir y leer la Constitución se comprueba que si bien es cierto al Congreso de la República le corresponde aprobar, modificar o improbar el presupuesto, también es verdad que es su gorda obligación aprobar o improbar anualmente, en todo o en parte el detalle y justificación de todos los ingresos y egresos del período anterior. Estimado lector, disculpe si el siguiente ejemplo resulta muy elemental pero, ¿usted sería capaz de dar más gasto en su casa si no le demuestran cómo es que han venido manejando sus finanzas con anterioridad? No, seguimos sin ponerle atención a lo importante, a que los gobiernos dejen de ser pésimos administradores de los recursos que usted y todos los chapines aportamos a una administración pública cada vez más grande, costosa e ineficiente.
La gran mayoría de comentarios que he tenido la oportunidad de enterarme señalan que el presupuesto para el año 2014 no solo es clientelar sino que está sobreestimado y que adolece de enorme cantidad de errores técnicos. Lo mismo, igualito a lo que año tras año hemos venido observando. Pero la población se queda igual, es incapaz de ponerles las peras a cuatro a los diputados, también llamados “sus” representantes. Seguimos tan lentos, pasmados o indiferentes que lo mismo nos da que sigan haciendo préstamos hasta que no tengamos de dónde sacar para pagarlos, como que los gobiernos en vez de limitar sus gastos prefieran seguir recortando la inversión que urgentemente el país requiere para su progreso y desarrollo. Esto no puede seguir así sin que tengamos que pagar las consecuencias. ¿Qué vamos a hacer cuando Pérez Molina se pare de frente a la ciudadanía para exigirle el pago de más impuestos?, ¿qué actitud vamos a tomar cuando vuelvan a maniobrar para recurrir al pago de la deuda interna y externa?, ¿se irán a recordar los diputados que fueron seriamente advertidos de no seguir aprobando presupuestos mal estructurados o los guatemaltecos vamos a ser capaces de pasarles la factura?
Publicado el 5 de Septiembre 2013 en www.lahora.com.gt por Editorial La Hora http://www.lahora.com.gt/index.php/opinion/opinion/columnas/183311-seguimos-sin-ponerle-atencion-a-lo-importante
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