El lunes pasado leí con agrado una entrevista al presidente del Banco de Guatemala, Edgar Barquín, proponiendo una política que norme la deuda pública (“Falta una política que norme la deuda pública”, Siglo.21, 02/09/2013). Coincido con el presidente del Banco de Guatemala, hay que poner un techo al endeudamiento del Gobierno.
El premio Nobel de Economía James M. Buchanan junto a Richard E. Wagner escribieron un libro titulado Democracia en Déficit, el legado político de Lord Keynes, publicado por primera vez en 1977, pero recomiendo la edición publicada por Liberty Fund en el año 2000. Este libro es el volumen octavo de una colección de trabajos del profesor Buchanan, y explica lo que ocurrió en Estados Unidos de América con las políticas keynesianas aplicadas en su máxima expresión. Con base en la teoría de la toma de decisiones públicas (Public Choice), propone una constitución que norme las finanzas públicas, específicamente en cuanto al crecimiento del gasto público y el déficit. Este debe ser un libro que todo diputado, economista y funcionario público relacionado con las finanzas y economía del país debe leer cuanto antes.
Vuelvo a la entrevista a Edgar Barquín, ya que prácticamente está reconociendo que no hay ninguna restricción ni normativa que hable del gasto público. Además, la visión de nuestros políticos es de corto plazo debido al sistema actual que incentiva esa forma de pensar y actuar. Por ello, es urgente establecer las reglas del juego que normen el monto de la deuda pública, el déficit y en general que amarre simétricamente los ingresos tributarios con los gastos.
El Lic. Barquín comenta que “la propuesta debe incluir cuatro ejes: cuál sería el techo de la deuda en función del PIB (en mi opinión, que no pase del 28%). Debe ser definida en relación con los ingresos fiscales, de manera que no sea mayor al 2.3%; además, que los déficits fiscales no estén arriba del 2.0%, y por último, que el endeudamiento sea para inversión productiva”.
Al revisar la deuda pública, a la fecha, vemos que asciende a Q103 mil millones (usé el tipo de cambio de Q8.00/US$. para la deuda externa). Esto nos da, aproximadamente, una deuda pública actual del 25% del PIB esperado para el 2013, sin tomar en cuenta la deuda que el gobierno central le debe al Banco de Guatemala que, según el último balance, asciende a Q20.1 mil millones más bonos del Estado que ascienden a casi Q4 mil millones y al IGSS, que al 31 de diciembre del 2012 ascendía a Q21.6 mil millones, con lo que la deuda total del Gobierno sería Q148.7 mil millones dando un 36% del PIB. En cuanto a los Ingresos esperados, la deuda representa el 2.2%, según mis estimaciones (creo que no superaremos una recaudación tributaria de Q47 mil millones).
Se debe congelar la deuda pública incluyendo la que el Gobierno le debe al IGSS y el Banco de Guatemala, a la fecha. Además, se debe reducir año con año hasta eliminarla. Edgar Barquín considera el 28% sobre el PIB adecuado. En ese caso, debería disminuir a ese nivel. Por otra parte, según el indicador de ingresos, ya prácticamente estamos al tope. En cuanto el déficit pienso que no debe permitirse que ocurra. Es fatal tener déficit. Debe reducirse el gasto durante la ejecución del presupuesto si los ingresos tributarios no alcanzan. Finalmente, en el caso de deuda, que sea para inversión productiva me deja dudas, ya que el Gobierno no es eficiente ni productivo. Consume recursos y no produce, no tiene competencia y su función principal es Justicia y Seguridad. Lo demás puede y debe hacerse privada y productivamente.
Publicado el 05 de Septiembre 2013 en www.s21.com.gt por Ramón Parellada http://www.s21.com.gt/hacia-libertad/2013/09/05/politica-que-norme-deuda-publica
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