Mentiras que aclaran transas

Quedan muchos cabos por atar y oscuridades qué aclarar.

Quienes seguimos con atención los entresijos y las mentiras con que se tejen justificaciones para que el Congreso autorice el endeudamiento del país, por Q3.5 millardos, podemos definir que, tras todo ese teje y maneje de intereses políticos y económicos lo que aflora por impulso es que, entre lo que afirman unos, y lo que justifican otros, están sacando a la superficie uno de los más grandes núcleos de corrupción y encubrimiento que se han practicado y se practican en las amplias esferas de poder que, hasta la fecha, habían podido escamotear millones, sin ser cuestionados. La ley del encubrimiento eterno, los había salvado.

El martes, en su intervención televisiva, el Presidente afirmó, con la cabeza en alto y la vista al frente, que: “es propio de un mandatario honesto honrar las deudas contraídas por gobiernos anteriores”, justificando, nuevamente que los Q3.5 millardos que solicita con tanta urgencia al Congreso autorizar, serán para pagar deudas. Argumento, todo lo contrario, de lo que dijo a la Junta Monetaria (JM) para justificarse, afirmándoles que los fondos serían para inversión en obras y no para pago de deudas. El Ministro de Comunicaciones se emociona explicando que Q2 millardos serán para pago de deuda y Q1.5 millardos para inversión.

Reiterando su opinión, la JM vuelve a citar para conferencias de prensa en donde reafirma que a ellos se les justificó que era para inversión. Y le da un sesgo al tema para abrir un puente, y se justifica diciendo que las decisiones administrativas de un gobierno no son de incumbencia de la JM.

En su misma intervención, el presidente acusa a la contralora de Cuentas de no haber investigado a tiempo todos los contratos por obras no pagadas en gobiernos anteriores. La directora de la Contraloría, Nora Segura, con mucha valentía y precisión aclaró a los periodistas que: “no podía investigar contratos ilegales, no incluidos en el Presupuesto de la Nación, en ninguno de los gobiernos anteriores. “No estoy facultada dijo– para investigar obras que oficialmente no existen”.

Entonces, debemos preguntar: ¿Por qué el Presidente se esfuerza en pagar deudas ilegales de compromisos oscuros, que hicieron burla de la ley acordándose con otros gobiernos? ¿Quiénes son las empresas y los nombres de sus representantes, tan influyentes, como para impulsar e influir a un presidente para que justifique millonarias ilegalidades? ¿Por qué las empresas y empresarios beneficiados no sacan la cara y defienden su honradez, para que se comprueben las obras que realizaron y la justificación de su precio?

Quedan muchos cabos por atar y oscuridades qué aclarar para que se entienda si esos contratos fueron honrados o solo sirvieron de pretexto para dividirse millones entre funcionarios y contratados, y si esas incógnitas y otras muchas no se aclaran estaríamos descubriendo una de las más gruesas fórmulas de corruptela que volvieron costumbre políticos de uno y otro tiempo.

 
Publicado el 08 de Agosto 2013 en www.elperiodico.com.gt por Silvia Tejeda
http://www.elperiodico.com.gt/es/20130808/opinion/232401/

 

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