La violencia imperante en el país no da tregua, y aunque por momentos se tuviera la impresión de que la capacidad de asombro se ha desvanecido, la magnitud y circunstancias de los crímenes llevan el horror a nuevos umbrales, pues se producen muertes violentas con tanta frialdad y bajo un manto de impunidad que nadie […]