Los niños sin fronteras

El tema ha dado para muchos artículos y algunas opiniones que desnudan la bajeza de quien la expresa. La opinión más seria y documentada es que la expulsión de migrantes de cualquier edad se genera por la desesperación en las familias al no contar con oportunidades de desarrollo para ellos o sus hijos.

Por la violencia e inseguridad en sus países. Ni en la época en que tres países tuvieron guerra de guerrillas y otro fue plataforma militar norteamericana contraguerrilla se expulsaron tantos niños como ahora.

Son las políticas neoliberales las que han generado hambre, inseguridad ciudadana y desesperación en México y Centroamérica, sitios de donde provienen los niños sin documentos.

Desgraciadamente el Presidente norteamericano que es también hijo de inmigrantes discriminados hasta la muerte por el Ku Klux Klan, es una piel negra con pensamiento de discriminadores blancos antilatinos.

Nuestros menores y futuro nos enseñan que llegamos a la frontera de la miseria y por eso emigran. Si les damos futuro no tendrán frontera alguna.

¿Será necesario que le aclaremos a Obama que él también es inmigrante? ¿Que todos los blancos y negros migraron unos voluntariamente otros como esclavos y los únicos pobladores originales son los que despectivamente llamaron Pieles Rojas, los indígenas naturales de Norteamérica y el norte de México?

La mitad del territorio de la actual Norteamérica pertenecía a México y los blancos arios son ilegales porque sin documento alguno ocuparon territorio mexicano y se lo anexaron.

Los niños de Mesoamérica no son ilegales ni deben ser deportados si tienen familia en Norteamérica, porque es parte de los derechos humanos universales que se les garantice la reunión familiar

Las remesas de los migrantes a 2013 estaban por el monto aproximado de $5.2 millones, según Edgar Barquín, del Banguat, lo que significa más del 11% del PIB. No son parásitos ni delincuentes los migrantes, sino un gran aporte a la economía del país.

Enfocando solo el problema de los menores que ya llegaron al Norte, no las causas por las que migraron ni las responsabilidades del país de donde son expulsados por las miserables condiciones económico-sociales. Por ello llegamos a la conclusión de que la doble moral, la hipocresía gubernamental es más grande que los intereses que llevaron a Estados Unidos a explotar inmisericordemente a los braceros mexicanos antes y los migrantes actuales.

Para evitar que se siga produciendo el fenómeno de migración infantil se requiere una respuesta a nivel de sociedad, de país, en donde todos debemos participar. Hablemos, escribamos y discutamos, pero actuemos. Espere mi próxima columna, en la cual expondré el concepto que tiene la Fundación Turcios Lima, para abordar las causas que ocasionan la “migración” de nuestros niños sin fronteras.