Ramón Parellada
Guatemala es un país con mucho potencial de crecimiento económico. ¿Por qué no crecer como lo hizo, por ejemplo, Hong Kong en su momento? ¿Por qué nos hemos estancado?Vemos que el país ha crecido en términos reales a ritmos de alrededor del 3.2% del PIB (producto interno bruto) durante los últimos 30 años. Pero la población no ha dejado de crecer y la cifra relevante para ver si hay crecimiento real de la economía es el PIB per cápita; es decir, quitando todas las variaciones que puedan afectarle la inflación y las variaciones de tipo de cambio para dejarlo en una moneda comparable con otros países, pero también con el mismo país a lo largo del tiempo. En pocas palabras y simplificando bastante, se buscan datos que nos permita comparar los ingresos de las personas con base en lo que un dólar puede comprar hoy con lo que podía comprarse hace años y es lo que los economistas llaman al final PPP (paridad del poder adquisitivo).
De esta cuenta, usando datos macroeconómicos de los ingresos per cápita (PPP año base 2005, ajustado por la inflación), Guatemala tenía en el 2012 ($5,291) casi el mismo ingreso per cápita que en 1980 ($5,236). Y es que si bien el PIB aumentó, la población también lo hizo en casi la misma proporción. Por lo tanto, el crecimiento real, en promedio, por persona se ha estancado desde 1980 a la fecha. No es suficiente crecer al ritmo actual del 3 a 4% anual. Debemos crecer a ritmos mucho mayores; supongamos que al 10% anual, para poder llegar a niveles de país desarrollado en unos 25 años, alcanzando aproximadamente $40 mil per cápita que hoy en día el Fondo Monetario Internacional usa como indicador de país desarrollado.
El profesor Pablo Guido hizo unos cálculos usando los años entre 1995 y 2008. El crecimiento económico fue del 3.8% en promedio. El calculó que el incremento anual en el PIB per cápita era del 1.4% y que, a ese ritmo, para llegar a ser un país desarrollado, nos tomaría 148 años.
Para reducir efectivamente la pobreza del país en forma más rápida y llegar a niveles de país desarrollado, a mí me queda clarísimo que es mejor lograr ese crecimiento en 25 años y no en 148 años. Y aunque esto pareciera obvio, hay muchos que no lo quieren entender.
Podemos seguir haciendo lo que estamos haciendo; es decir, continuar con propuestas tributarios expoliadoras que gravan enormemente a las empresas, a las personas, a ciertas actividades económicas, a algunos productos específicos y todo con una complicación enorme cuya fiscalización no es nada sencilla para cubrir un presupuesto inflado, creciente, lleno de actividades populistas y corruptas que nada tienen que ver con la función del Gobierno. Así tardaremos 148 años en llegar al nivel de desarrollo de hoy en día pero me asusta que cuando lleguemos a ese nivel, el mismo ya se haya quedado obsoleto y para calificar como desarrollados habría que alcanzar un nivel muchísimo mayor.
O podemos decidirnos a llegar a ese nivel de país desarrollado en 25 años buscando tasas de crecimiento del 10% o más, atrayendo inversionistas y no desincentivando la creación de empresas, oportunidades de trabajo y mayor incremento de ingresos reales de los trabajadores. Para ello, se debe comenzar eliminando el ISR (Impuesto Sobre la Renta o al rendimiento del capital). Se debe seguir con una apertura comercial sin ninguna traba ni arancelaria ni barreras no arancelarias, para aprovechar verdaderamente las ventajas comparativas del mundo entero. Se tiene forzosamente que reducir el tamaño del Gobierno, enfocándose en Seguridad y Justicia nada más, y simplificar el sistema tributario. ¿Por qué nuestros políticos no apuestan a este crecimiento?
Publicado el 10 de julio de 2014 en www.s21.com.gt http://www.s21.com.gt/hacia-libertad/2014/07/10/guatemala-sigue-estancada-sin-crecimiento
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