Entidades pautan Q2.9 millones durante el Mundial

En sus mensajes, el Gobierno ha publicitado las acciones que, aseguran, ha impulsado para mejorar la seguridad, la atracción de inversiones y la generación de empleos. El MSPAS impulsó la Ventana de los Mil Días, al promover la vacunación y lavado de manos. Ambos a un costo de Q2 millones 749 mil 449.60.

La PDH rechaza la violencia contra la niña y la mujer, para lo cual erogó Q101 mil 272.40.

El mensaje sobre seguridad se transmite en radio —incluye programas de análisis—, televisión y medios escritos. Salud y la PDH, solo en la radio.

Los spots son para la transmisión de los 64 partidos, antes, durante, al medio y final de cada uno.

Los espacios consisten en tres menciones durante el partido, de 30 segundos cada uno. En el caso de Salud, se ha promocionado en las estadísticas.

Justificación

Según el secretario de Comunicación Social de la Presidencia, Francisco Cuevas, aprovecharon el Mundial por la cantidad de audiencia que escucha los partidos. Además, porque los medios ofrecieron paquetes que permitieron un espacio más barato.

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Agregó que no tuvieron ningún interés particular en promocionar la Ventana de los Mil Días, ni la seguridad económica. “Se hizo de casualidad porque coincidió con la planificación anual”, explicó.

El portavoz del MSPAS, Gustavo Barillas, también usó la audiencia como justificación, al asegurar que usaron el contrato abierto para la compra.

Según Barillas, el Ministerio solo pagó la pauta para una radio, porque contó con el apoyo de la Alianza por la Nutrición, que canceló por el mismo mensaje en otros medios.

“Se gastaron Q355 mil y, además de las menciones, se auspició en espacios llamados Estadísticas. Como parte del paquete, aparecemos en la página web del medio y, un banner en donde se realiza la transmisión”, agregó.

Mandato

Jorge De León, procurador de Derechos Humanos, afirmó: “Es parte del mandato promover el respeto hacia la mujer. Usamos el Mundial por la gran audiencia, que además de ser alta, rompe la barrera social, económica y política”.

Agregó: “La mayoría de los que escuchan futbol son hombres, muchos beben alcohol, lo que, según las estadísticas, es un impulsor de la violencia contra la mujer, por ello decidimos usar este espacio. Además, ayuda para que las mujeres que escuchan sepan que tienen derechos y que la violencia no es una condición normal”.

Rechazo

Según Roberto Villate, de Libertad Democrática Renovada, “esos recursos debieron utilizarse para mejorar las condiciones de los niños, para que así no se vayan a EE. UU. ¿Qué necesidad tiene el Gobierno de publicitarse, cuando solo hace su trabajo?”.

Nineth Montenegro, diputada de Encuentro por Guatemala, calificó de impropio que el Gobierno promocione sus acciones. “Si en verdad son serios, el Tribunal Supremo Electoral debe tomar en cuenta esta publicidad y sancionar al partido que está detrás de la misma”, afirmó.

Análisis

Aprovechan la emotividad

Carlos Velásquez, semiólogo y autor del libro La Teoría de la Mentira, explicó que eventos como el futbol se utilizan por publicistas para aprovechar el nivel más alto de emotividad de los receptores, quienes no se dan cuenta que reciben  mensajes sutiles.

“A la larga, cuando la persona que recibió el mensaje escuche de nuevo la frase: Gobierno de Guatemala, por ejemplo, lo relacionará con un nivel de placer o emotividad satisfactoria, ya que su cerebro se sentía así cuando lo escuchó la primera vez. Eso ayudará en el futuro, a que los mensajes del Gobierno tengan una mejor recepción”, indicó.

Agregó: “Con el grado de emoción del individuo es más fácil engañarlo, porque la razón no está en sus manos, su atención está puesta en un contexto diferente, y eso hace que no perciba lo que hacen con él. Entonces el raciocinio del Gobierno será: si  engaño al individuo en medio de un espacio donde no tiene raciocinio, volverán a votar por mí, y la campaña se asocia con placer”.

Según Otto Yela, catedrático de Semiología de la Universidad de San Carlos, esta práctica mercantiliza la imagen institucional del Gobierno, pese a que es una instancia que merece respeto, y por ese mismo respeto debería de sobresalir.