A su criterio, ¿debería realizarse una reforma constitucional?
– No. Y no solo en lo referente al mandato presidencial, sino sobre otros temas. Creo que ahora no es el momento oportuno. Preocupa que se prorrogue el periodo presidencial y la reelección, pero el Artículo 187 de la Constitución prohíbe que se puedan dar en Guatemala.
Según juristas, esta reforma no tiene carácter retroactivo y afectaría al siguiente mandato. ¿Qué sentido tendría entonces plantearla en este momento?
– Acá tenemos que ver un tema complejo. Más allá de la ampliación del periodo presidencial, Guatemala no tiene condiciones para promover modificaciones a la Constitución. El Congreso ha tenido una actitud irresponsable. Y entonces, ¿cómo le vamos a dar algo tan puntual, tan serio como es una reforma constitucional, cuando sabemos que no están identificados con los intereses de nuestro país.
¿Qué intereses podrían haber detrás de la iniciativa?
– Lo ignoro. Cuatro años es un tiempo suficiente. Lo que hace falta es darle continuidad a los proyectos de un Gobierno a otro, y tomar con seriedad, responsabilidad, disciplina y estrategia los planes de desarrollo y los problemas más sentidos que tenemos que resolver como la miseria, la pobreza, seguridad, generación de empleo y desarrollo. Si se analizan en el transcurso del tiempo, en muchos de ellos hemos retrocedido. Cada vez que cambia un periodo presidencial, en lugar de dar continuidad a los proyectos, muchas veces los dejan por temas partidarios.
¿Ampliar dos años más el mandato no podría ser una solución?
– Guatemala ha aprendido lecciones en el pasado. En los años treinta, para mantenerse en el poder, se prorrogó el periodo presidencial, y esto tardó 14 años. Vemos los ejemplos en Venezuela y Nicaragua, que estas ampliaciones o reelecciones se convierten en que una persona o su sucesor ya no salgan del poder y eso es muy grave para nuestros países.
Algunas personas consideran que esto podría ser una cortina de humo. ¿Podría haberse planteado para dejar de hablar del trabajo del Gobierno en la resolución de algunos problemas?
– Ciertamente, mucho se habla de que esta noticia surge para confundir a la población de los temas importantes que se deben resolver. Yo esperaría que no sea así, porque sería una forma muy irresponsable de discutirlo.
¿En qué beneficiaría esto a alcaldes, diputados y magistrados?
– Yo diría que más se enfoca en la Presidencia de la República. La reforma en los demás organismos es algo que habrá que analizar en su momento.
Y de cara a los partidos políticos, ¿cómo podría afectarles la propuesta?
–El próximo año, cuando inicie el evento electoral, esto les haría cambiar su esquema. Pero debo insistir, esto no es procedente. Aparece en un artículo pétreo, por lo que se promovería algo ilegal.
¿Deben existir los artículos pétreos?
– Pues mire, existen. Esa es la realidad que tiene nuestro país, porque hay temas que los constitucionalistas consideraron que eran delicados y que no debían dejarlos a discreción de futuros congresos.
¿Qué aliados podría tener el Gobierno?
– La verdad, la mayoría de sectores se han opuesto.
¿Qué papel jugaría el sector privado?
– Yo puedo expresarme por la Cámara de Comercio de Guatemala. Insistimos que no es oportuno hablar de esto.
¿Hay ramas del sector privado que podrían ser beneficiarios de esta reforma y por lo tanto apoyarla?
– Ignoro si existen estos grupos que actúan de esta manera.
¿No tiene conocimiento de ningún grupo que pueda estar interesado?
– No, no tengo conocimiento.
Publicado el 09 de junio de 2014 en www.elperiodico.com.gt por Redacción El Periódico http://www.elperiodico.com.gt/es/20140610/pais/248926/
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