El presidente del IGSS, Juan de Dios Rodríguez, no se anda con rodeos. Para él, las instalaciones de la zona 9 resultan insuficientes y obsoletas. A lo largo de nuestra conversación me dijo en dos ocasiones que si por él fuera, ese edificio estaría en proceso de demolición.
Se trata de una estructura vieja, construida originalmente para otro fin (era un hotel) que fue recibida por el IGSS hace varias décadas en pago de una deuda. Para Rodríguez no hace sentido meter más dinero ahí o buscar la forma de ampliar las instalaciones.
Para resolver el déficit de camas del Hospital General del Seguro Social, el presidente del IGSS propone dos salidas. Una es inmediata: un convenio con el Hospital Militar que le permitirá ampliar en por lo menos 60 camas la capacidad de la zona 9. Y una a largo plazo: construir un complejo de hospitales, “la Ciudad de la Salud”, a un costo estimado de unos Q2 mil millones.
En el curso de la conversación, no fue posible ahondar en los detalles del convenio con el Hospital Militar, sin embargo el señor Rodríguez lo mostró como un hecho suscrito, rubricado y listo para ejecutar.
En cuanto a la Ciudad de la Salud, ¿a quién no le va a sonar bien un complejo magnífico de hospitales que tanta falta hacen? El presidente del seguro social enfatiza que desde hace varias décadas la institución no construye obras de infraestructura y que estas resultan sumamente necesarias para atender a la demanda.
Es correcto que los afiliados requieren de espacios adecuados: basta ver la emergencia de la zona 9 para comprender plenamente los alcances del déficit.
Ahora bien, ante la posibilidad de embarcarse en un proyecto de semejante magnitud, la primera pregunta es de orden financiero. No solo se trata de levantar edificios –algo en lo que el señor Rodríguez tiene experiencia porque como él mismo me aclaró, él es constructor– sino en sufragar los costos de operación de estos centros hospitalarios, una vez construidos.
Si ahora el IGSS tiene dificultades para abastecer y equipar los hospitales existentes, si no contrata al personal médico y de enfermería bajo planilla –y por ende buena parte de los nuevos colaboradores ni siquiera son cotizantes del propio IGSS–¿cómo mantener todo un complejo nuevo ¡y gigante! de hospitales?
Rodríguez insiste que los recursos para construir estos hospitales existen. Y en efecto, entiendo que los fondos de la Institución suman cerca de Q22 mil millones. Sacar Q2 mil millones para este megaproyecto, ¿por qué no?
Sencillo: porque se debe estudiar a fondo qué va a pasar con la sostenibilidad del programa de pensionados. ¿Están aseguradas las jubilaciones de los afiliados? ¿Son sostenibles hoy? ¿Cómo les afectaría a largo plazo esta erogación?
El manejo y destino de los fondos del seguro social es un tema vital para el desarrollo del país. Esos Q22 mil millones son vistos con apetencia por muchos sectores, tanto dentro del Gobierno como fuera de él.
A estas alturas, a las puertas de la campaña electoral, el momento político no se vislumbra como el mejor para embarcarse en una discusión de semejante calado, aun cuando es cierto que es una asignatura pendiente desde hace varios años.
Eso sí, el déficit de camas del Hospital de la zona 9 debe atenderse. No para mañana ni para pasado. Para ayer. ¿Cómo es que está eso con el Hospital Militar, entonces?
Publicado el 09 de junio de 2014 en www.elperiodico.com.gt por Dina Fernández http://www.elperiodico.com.gt/es/20140609/opinion/248860/
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