La captura de Roberto Barreda ha provocado la misma alegría que produce la de atrapar un pez en un mar de prófugos. Desde la desaparición de los niños, protestas, búsquedas infructuosas y deportación del presunto culpable, el caso Siekavizza ha sido una de las investigaciones que más portadas de periódicos ha recibido en estos dos últimos años ¿Qué hizo que este caso se volviera tan relevante, si a diario se cometen tantos crímenes similares?
El primer factor lo explica Aída Saravia, del Grupo Guatemalteco de Mujeres (GGM), es un caso que por sí solo fue atractivo para la prensa desde el inicio. El hecho que la madre del presunto culpable haya sostenido un cargo público como presidenta de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) pone en escena a un personaje que fácilmente puede acaparar la atención de los medios.
El segundo factor, continúa Saravia, es el hecho que la familia haya optado por un “litigio mediático”. Una vez dadas las condiciones para hacer el tema de interés para los diarios y noticieros, la familia realizó constantes actividades para ejerecer presión pública sobre las autoridades a cargo “Ellos han hecho que el caso no muera, cosa que no existe en el resto de los casos, lamentablemente no hay familias que estén insistiendo con los medios”, añade Norma Cruz, dirigente de la Fundación Sobrevivientes, una de las instituciones que participó activamente en las investigaciones.
Dos elementos más se suman a los hechos, uno lo menciona Cruz, y dice es la razón por la cual se creó una fiscalía especial. Más allá de ser un femicidio, a consideración de la directora de la Fundación, aquí se involucraron actores respaldados en la enorme estructura criminal dentro del Estado “Alguien le extendió los pasaportes falsos y si usted ve no existe alguna captura por ese tema, es porque son parte de la misma red”, asegura. Esta no es la primera división especializada que asigna el MP a una investigación, anteriormente lo hizo en los casos de monseñor Gerardi y Myrna Mack.
El último, a juicio de Ernesto Archila, del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales de Guatemala (ICCPG), es la condición de clase. Los actos de violencia están generalmente asociados a los estratos económicos bajos con poca educación, cuando alguien como Barreda, de un estrato alto, se ve involucrado en un acto como del que se le acusa “hace ver que la violencia física y emocional trasciende cualquier frontera de clase social”. Los comentarios de felicitación para las organizaciones involucradas en las búsquedas han sido constantes “…y no los demerito, pero no lo hacen así con grupos que están buscando personas que llevan desaparecidas 15 años o más. Tan válida es la búsqueda de Cristina como la de los otros 45 mil” concluye.
A continuación se presentan cinco casos distintos de femicidio, una muestra al azar de los “otros”. Dos de ellos han sido capturados como Barreda, el resto, como tantos, siguen libres en el mar de prófugos.
La misma fiscalía
Christian Benjamín Martínez Castillo
Víctima: Florence Denefle
Situación legal: Prófugo
Lugar de los hechos: Ciudad de Guatemala
Denefle era originaria de Francia y maestra de inglés, vivía sola desde hacía tres años. Martínez, su novio, era descrito por amigos de ella como un hombre que iba constantemente al gimnasio y celoso. La tarde del 24 de marzo de 2010, él va a visitarla a su apartamento de la zona 10. Según narraron allegados a la víctima, un día antes ella le había pedido terminar la relación, se fueron en el vehículo de Denefle pero no volvieron. Los detectives encontraron la puerta de su casa sin muestras de forcejeo ni encontraron testimonios donde se señalaran gritos y que demostraran agresividad desde el momento que partieron. Su cuerpo fue hallado al día siguiente en el kilómetro 28, carretera a San José Pinula, el vehículo se encontró abandonado en un área de la zona 10. El cuerpo no tenía marcas de violencia, el informe forense determinó que murió de asfixia por sofocamiento. La fiscalía del mencionado municipio, la cual inicialmente también manejó el caso Siekavizza, en ninguno de los dos efectuó las diligencias necesarias para asegurar inmediatamente la presencia del sindicado. Martínez está prófugo desde entonces, la familia de ella viajó a Guatemala hace un año y ofreció una recompensa de Q30 mil para quien ayude a capturarlo.
La versión falsa
Víctor Hugo Calderón Portillo
Víctima: Aída Yanet Arias Oliva
Situación legal: Prófugo
Lugar de los hechos: Ipala, Chiquimula
Vivieron juntos por nueve años y planeaban casarse. Según la versión de Calderón, aquella tarde del 10 de marzo de 2012, él y Arias regresaron de un cumpleaños, ella había ingerido cuatro cervezas, él, dos. Regresaron a su casa y Arias, al no encontrar a su hijo Selvin (nacido en una relación anterior) empezó a desesperar. Se recriminaba a sí misma que no le obedecía y empezó a buscar el arma de Calderón. Hubo un forcejeo, ella lo empujó y se disparó.
Según contó Selvin, él tenía permiso de estar fuera de casa, su madre le había llamado unos minutos antes para que fuera a traer la moto que llevaba su padrastro, pues estaba muy borracho como para manejar. Ya retornaba cuando vio a su padrastro correr a casa de su suegro para pedir ayuda “Tu mamá se disparó, andá”, Arias murió con un disparo en la mejilla. Una psicóloga infantil entrevistó a la hija de ambos, contó que Arias estaba muerta, su papá usaba siempre pistola al cinturón y que después de ponérsela en la boca, le hizo “¡Pam!” a su mamá. Cuando el MP escuchó su testimonio de lo sucedido el 10 de marzo de 2012, Calderón tenía un ojo morado y el rostro arañado, no lo detuvieron, nadie lo volvió a ver desde entonces.
Escondido en algún Estado de México
Wilder Ramiro Bonilla Monroy
Víctima: Reyna Isabel Camey Hernández
Situación legal: Prófugo
Lugar de los hechos: Mataquescuintla, Jalapa
Sus dos hijas tocaban la puerta pero nadie abría, no la vieron llegar a la escuela para vender comida como usualmente lo hacía pero apenas lo habían notado, la noche del 11 de abril de 2011 las chicas durmieron en la casa de un familiar. A la mañana siguiente lograron entrar y el cuerpo de Camey fue encontrado en la bañera, degollado y con heridas provocadas con arma blanca en el estómago, el testimonio de un albañil que trabajaba desde hacía cinco meses en la vecindad les dio una pista de lo sucedido: “Lo que yo puedo decir es que llegué desde temprano, más tarde los escuché discutir por celos. Tardaron como 30 minutos y después ya no escuché bulla, el jueves que regresé ya no escuché nada”.
En la casa encontraron una manguera con el chorro abierto sobre el cuello de la víctima, una alcancía rota donde Camey introducía billetes de Q100 y calculan los familiares que había reunido Q9 mil. El último que vio a Bonilla fue el hermano de ella, recuerda haberlo visto salir del municipio en el carro de Camey, se cruzaron en un túmulo, a él se le veía nervioso e intentó agacharse para que no lo viera. Las autoridades creen que actualmente se encuentra al Sur de México.
Dos denuncias previas
Pedro Andrés Otzoy Machic
Víctima: Candelaria Sánchez
Situación legal: A la espera de apertura a juicio
Lugar de los hechos: Almolonga, Quetzaltenango
Sánchez había llegado al MP en dos ocasiones, en ambas, con muestras de golpes y agresiones. Iniciaba un proceso de denuncia contra su esposo pero no les daba seguimiento, él tiene 20 años, ella 22. Según los expedientes, en el Juzgado de Paz de Quetzaltenango no le pusieron mayor atención al caso.
El 11 de agosto de este año, Otzoy llegó a la plaza central de Totonicapán donde su esposa tenía un puesto de venta. La tomó a la fuerza, la golpeó con el puño y le dio puntapiés en el abdomen, también con un parabrisas en la cara. Se la llevó a su casa en Almolonga donde los golpes continuaron para ella y su hijo, encadenó la puerta y colocó candado para que no salieran.
Los gritos de ayuda alertaron hasta el siguiente día a los vecinos, llevaron a Sánchez al hospital pero murió días después por los golpes. Otzoy fue aprehendido el 26 de agosto en casa de su madre, actualmente espera fecha para su primera audiencia.
Sentenciado sin testigos presenciales
Elmer Adolfo Díaz Rodríguez
Víctima: Ana Carolina Vielman Ruiz
Situación legal: Sentenciado a 40 años de prisión
Lugar de los hechos: Zona 19, Ciudad de Guatemala
Los testigos describen a Díaz como un hombre sumamente celoso, tanto que solía enviar mensajitos a Vielman haciéndose pasar por un pretendiente, una trampa para saber si ella seguía el juego. El 8 de abril de 2012 la pareja ingería bebidas alcohólicas en un comedor propiedad de ella, estaba cerrado y no había clientes. A la vecindad se escuchó el inicio de una discusión, los alegatos eran cada vez más fuertes hasta que la música de la radio los ahogó, el volumen estuvo a tope por unos minutos y de nuevo bajó, con él, los gritos. Ya no se escuchaba nada.
La hija de Vielman llegó a buscar a su mamá, Díaz le cambió la conversación y la llevó a la tienda.
El cuerpo de Vielman fue hallado al siguiente día en el comedor mientras su esposo aún dormía, se dictaminó que murió por asfixia. Las huellas dactilares en las botellas y el testimonio de lo escuchado por los vecinos fueron utilizados como prueba primaria, suficiente para emitir una condena por femicidio.
Publicado el 17 de noviembre de 2013 en www.elperiodico.com.gt por Francisco Rodríguez http://www.elperiodico.com.gt/es/20131117/domingo/238066/
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