El escenario de Jimmy

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JIMMY MORALES LOGRÓ una gran hazaña, hay que reconocerlo. Derrotó en las dos vueltas electorales a maquinarias proselitistas millonarias y lo hizo con una nueva forma de hacer propaganda: la austeridad, que ojalá se convierta en el nuevo estilo de la política guatemalteca. Ahora es el presidente electo y por el bien del país espero que tenga éxito, porque si tiene éxito, Guatemala también lo tendrá. Sin embargo, Morales no debe olvidar que encarnó el voto de rechazo contra los políticos tradicionales, marrulleros y corruptos. Más que un voto hacia él como opción política, fue un voto de castigo contra la escoria. Su victoria electoral se inserta en la revolución ciudadana que comenzó en abril pasado, aunque él —con su discurso conservador y sus vinculaciones militaristas— no represente las aspiraciones mayoritarias de ese movimiento cívico.


MORALES TIENE ANTE SÍ a un pueblo sediento de cambios y de decencia administrativa. La gente le reconoce su carácter de outsider de la política, pero eso será momentáneo; a partir del 14 de enero no tendrá paz. Será quizá el más vigilado de los mandatarios de la era democrática porque la ciudadanía tiene grandes expectativas de que haga realidad su lema de “ni corrupto ni ladrón”, y un gobierno que resuelva la bancarrota del Estado que dejó el PP. Morales no debe olvidar que no ganó un cheque en blanco y la población sabe ahora que tiene la capacidad de botar presidentes corruptos a través de movilizaciones en todo el país. Las redes sociales son implacables.

EL PRIMER DESAFÍO del presidente electo es el partido Líder, que controla la comisión legislativa del Congreso que tiene en sus manos la llave del próximo presupuesto. Es probable que ese partido intente negociar los fondos para el nuevo Gobierno a cambio de prebendas como obras públicas y plazas. Ese también será el escenario adverso que afrontará Morales durante su administración, ya que apenas tendrá 11 de 158 diputados, lo cual podría ser su talón de Aquiles para que legisladores tránsfugas y mercaderes del PP, Líder y UNE, entre otros, se ofrezcan para agrandar su bancada.

PERO NO SOLO en el Congreso podría afrontar dificultades. Morales no tiene equipo de Gobierno, su partido es un cascarón, cuya única inspiración ideológica proviene de militares ultraderechistas y violadores de derechos humanos. Por ello, no faltará el Cacif que podría intentar copar el gabinete de gobierno para imponer su agenda proempresarial y sectores ultraconservadores de la Alianza Evangélica, que intentarán bloquear políticas públicas liberales, ya no digamos progresistas. En fin, el nuevo escenario no es de chiste y no me lo estoy inventando porque Morales sabe muy bien que ahora le surgirán “apoyos” por todos lados, con la intención de mantener las redes mafiosas en el Estado. La población espera salud, educación, seguridad, empleo y combate frontal a la corrupción, como prioridades. Ese es el reto del nuevo presidente.

Publicado el 28 de octubre de 2015 en www.prensalibre.com por Haroldo Shetemul
http://www.prensalibre.com/opinion/el-escenario-de-jimmy

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