“Cuando se quiere se puede”, reza un dicho. No hay mejor ejemplo de ello que la historia de los hermanos Cúmez, dos jóvenes lustradores cuya historia conmovió a los guatemaltecos por su deseo de salir adelante a pesar de no contar con los recursos económicos.Mario y Carlos han dejado la caja de lustre, no porque no quieran seguir desempeñando el oficio sino porque la vida les está recompensando su esfuerzo y deseos de superación.
Mario llegó este jueves 5 de febrero a la sede central de la Universidad Panamericana (Upana), en la zona 16, para realizarse su examen privado de la Licenciatura en Enfermería y Gestión de la Salud.
Dicha casa de estudios les otorgó una beca completa al conocer su historia que se hizo viral gracias a una joven que un día les solicitó un lustre y decidió hacer una publicación en Facebook.
Carlos, el hermano menor, ahora administra una farmacia que ambos abrieron en su natal Chichicastenango, Quiché. Mario tiene pendiente la tesis y el acto de graduación, mientras que Carlos cursa el último año de la Carrera.
Ana Gabriela Hernández de Roche, coordinadora de Comunicación y Marketing de la Universidad Panamericana, dijo a Prensa Libre que Mario y Carlos han sido un gran ejemplo e inspiración para la comunidad de la Upana.
Contó que la historia de los hermanos Cúmez dio origen al programa de becas Excelencia sin Límites mediante el cual la universidad ayuda a jóvenes guatemaltecos de escasos recursos, pero que tienen todo el deseo de superarse.
Hernández resaltó que los jóvenes están muy comprometidos con Guatemala y en el caso de Mario quiere luchar contra la desinformación que surge en las redes sociales sobre las enfermedades y sus posibles curas. También le interesa trabajar en el aspecto legal de la medicina en Guatemala.
Luego de que en 2016 su historia se hizo viral en las redes sociales, los hermanos Cúmez también recibieron apoyo para estudiar inglés en el Instituto Guatemalteco Americano (IGA).
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