Como sacada de una telenovela de narcos, la captura de Mario Estrada fue todo un montaje en el que el candidato a la presidencia y uno de sus operadores financieros trataban de obtener ayuda del cartel de Sinaloa, no solo para financiar la campaña política, sino para deshacerse de sus contrincantes contratando sicarios.
La “Conspiración Estrada”, fue el nombre que la Administración para el Control de Drogas (DEA) le dio al operativo. Para ello utilizaron informantes que se hicieron pasar por capos mexicanos del poderoso y peligroso cartel de Sinaloa, del capo Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien fuera su principal líder hasta el momento de su detención.
Videos, grabaciones de audio, agentes encubiertos, dinero falso y hasta escenarios espectaculares, fueron parte de la estrategia que montó la DEA para arrestar e iniciar un proceso judicial contra el candidato a la presidencia de la Unión del Cambio Nacional (UCN). El reporte oficial señala que hubo 11 reuniones en Guatemala, Estados Unidos (EE.UU.) y Centroamérica y dos llamadas telefónicas.
El contacto
El primer contacto de Estrada fue con un supuesto integrante del cartel. El hecho ocurrió el 6 de enero de este año, en su oficina ubicada muy cerca de la ciudad, detalla el informe del Departamento de Justicia de EE.UU. Sin embargo, estuvo en el radar de la DEA desde diciembre de 2018, según explicó el agente especial Francis J. Cucci, en el reporte presentado al Distrito Sur de Nueva York de la Fiscalía.
En ese encuentro participó el candidato, su operador financiero, Juan Pablo González Mayorga; y un cooperante pagado por la DEA. La intención fue clara desde el principio, el candidato quería 12 millones de dólares (unos 92.4 millones de quetzales) para financiar su campaña, y que se contrataran sicarios para deshacerse de sus contrincantes más fuertes, a quienes les ofreció tres rifles AK-47 y dos pistolas, que usarían para llevar a cabo el crimen.
Fueron varias las reuniones con los supuestos narcotraficantes, no sólo en Estados Unidos, sino que también en Guatemala, para ello se utilizó una bodega con cámaras ocultas y hasta un yate de lujo. El candidato de la UCN estaba seguro de ganar. Ya no tendría contrincantes y contaría con suficientes recursos para financiar su campaña política, pese a que el Tribunal Supremo Electoral implementó más restricciones y controles de los recursos financieros de los partidos políticos.
La treta de la DEA fue tal, que incluso Estrada y González Mayorga creyeron reunirse con un representante de Ismael “El Mayo” Zambada, actual líder del cartel, luego del arresto de “El Chapo”. El supuesto narcotraficante fue quien propuso apoyar, siempre y cuando, al momento de ganar las elecciones, el candidato debía apoyarlos en facilitar sus actividades ilícitas.
Todo apuntaba a que su plan lo llevaría a la silla presidencial. Tanto así, que prometió a los supuestos líderes del cartel mexicano que ellos dirigirían los ministerios de Gobernación, que tiene a su cargo a la Policía Nacional Civil (PNC) y el de la Defensa, que dirige al Ejército; así como los puertos y aeropuertos, con el propósito de tener todas las facilidades para el tráfico de drogas y otros ilícitos.
Lo que no sabía Estrada, es que no estaba hablando con integrantes del cartel, sino con agentes encubiertos de la DEA, quienes se hacían pasar por narcotraficantes y sicarios, estos últimos supuestamente sería puestos por el cartel, pero pagados con “recursos propios” del partido.
Un yate, varias copas y un adelanto
Una de las últimas reuniones se llevó a cabo en un yate de lujo. La intención de la DEA es que el candidato y su acompañante sintieran que en verdad hablaban con integrantes del cartel. Hubo bromas, música y licor. Pero también varias cámaras ocultas que documentaron todo lo ocurrido.
Estrada insistía en su necesidad de recibir un adelanto del dinero. Incluso, pidió los 2 millones de dólares. Sin embargo, los supuestos narcotraficantes le dieron sólo 10 mil dólares (unos 77 mil quetzales), para que no tuviera problemas al regresar a Guatemala. Fue así como surgió la idea de utilizar un yate de lujo para transportar el dinero sin levantar sospecha, ya que además de su ostentosidad, tendría bandera estadounidense y sería manejada por ciudadanos de ese país.
Incluso, la DEA detalló que Estrada pidió 2 millones de dólares (unos 15.4 millones de quetzales) adelantados para contratar a un consultor político que le ayudaría a mejorar su imagen en las redes sociales y el internet.
En ese momento, la DEA aprovechó. El supuesto representante de “El Mayo” involucró a Estrada en una operación de tráfico de drogas, ya que prometió que enviarían un cargamento de cocaína hacia Nueva York valorado en unos 30 millones de dólares (231 millones de quetzales) y que la mitad se las harían llegar a él. Además, se acordó que Guatemala recibiría seis aviones cargados con droga cada mes y el candidato tendría una comisión del 10% por cada desembarque.
En ese encuentro, el fundador de la UCN les pidió a los agentes encubiertos que olvidaran la contratación de sicarios, porque ya había conseguido a varios asesinos a sueldo en Guatemala.
La amenaza
Además de reuniones presenciales, el candidato de la UCN y su operador financiero sostuvieron videollamadas. En una de ellas les mostraron fajos de dólares falsos, los que se supone, Estrada invertiría en la campaña.
El candidato y su operador estaban convencidos de que sostenían conversaciones con el cartel de Sinaloa. Al extremo que llegó a amenazarlos con traicionarlos con otra agrupación de narcotraficantes, pues luego de varias reuniones en Guatemala y La Florida, EE.UU., Estrada aún no recibía nada de lo ofrecido.
Molesto, el candidato a la presidencia les informó que estaba trabajando con otros narcotraficantes guatemaltecos y que el cartel Jalisco Nueva Generación, liderado por Nemesio Oseguera Cervantes “El Mencho”, había manifestado interés por financiarlo.
Fue el momento que alertó a la DEA, la operación estaba en riesgo, así que lograron que Estrada dejara sus actividades de propaganda electoral y viajara a Miami donde ya lo esperaban los agentes antinarcóticos. El exdiputado, el cuatro veces candidato a la presidencia, el papá del alcalde de Jalapa, fue capturado junto con su operador financiero. Fue en ese momento cuando se percató que no hablaba con integrantes del cartel de Sinaloa.
Garganta profunda
Mientras que integrante del partido UCN salieron en defensa de Mario Estrada, su familia ha optado por guardar silencio, pero no por mucho, ya que el hijo del candidato, Mario Estrada Ruano, también alcalde de Jalapa, amenazó con revelar información con la que “muchos podrían caer”.
La amenaza la publicó en su red social Twitter. En el mensaje aseguró que con la información que va a revelar, no le “extrañaría que algunos renuncien ante la amenaza de ser descubiertos”.
Su comentario encendió las redes. Muchos cuestionaron al alcalde por qué esperó hasta ahora para hacer pública la información, mientras que otros lo criticaban y pedían a las autoridades electorales suspender a esa agrupación política.
Por Jessica Gramajo, 20 de abril de 2019
https://www.soy502.com/articulo/operativo-monto-dea-capturar-mario-estrada-100931
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