Toda tragedia ofrece una nueva oportunidad. Para autoridades y expertos, el territorio dañado por la erupción del Volcán de Fuego puede florecer y atraer la dinámica productiva de vida para sus habitantes, si las condiciones lo permiten.
Fotografía tomada con un dron donde se muestra un área afectada después de la erupción del pasado 3 de junio y de los constantes lahares procedentes del Volcán de Fuego. (Foto Prensa Libre: EFE)
Los planes de reconstrucción con transformación ya están sobre la mesa de los técnicos, en una etapa posterior a la violenta erupción del Volcán de Fuego el pasado 3 de junio, que dejó más de 110 muertos, miles de evacuados y desplazados, así como daños a la infraestructura y agricultura.
Lo que viene
Un patrón de asentamiento humano puede desarrollarse con instrumentos de defensa, sistemas de alerta temprana y una reubicación para el caso de vivienda para las familias.
Un escenario más drástico es declarar inhabitables aquellas áreas que no son aptas para la edificación de vivienda. Las autoridades ya hablan de declarar el lugar un camposanto.
Por el lado de la actividad productiva, las áreas se pueden recuperar con el transcurso de los años así como la vocación agrícola para el área afectada.
Fotografía tomada con un dron donde se muestra un área afectada después de la erupción del pasado 3 de junio. (Foto Prensa Libre: EFE/Santiago Billy)
Los suelos volcánicos son ricos en fósforo y otros minerales que permiten una producción de calidad, aseguró Enrique Godoy, consultor en temas de desarrollo.
Todo este primer esquema se puede desarrollar con apoyo estatal, es decir, con subsidios para la vivienda y agricultura.
La fase de reconstrucción sería una fuente de empleo para los comunitarios, anticipa Godoy, ya que se puede dinamizar la economía local y la productividad.
Efecto “Migración”
Para Fredy Gómez, subgerente del Instituto Nacional de Estadística (INE), uno de los efectos a corto plazo será la migración de las familias afectadas.
Precisó que los impactos directos serán en el levantado de información del próximo XII Censo Nacional de Población y VII Censo Nacional de Vivienda que se llevará a cabo el próximo mes.
Aún no se tiene una dimensión para cuantificar los daños —como el número de viviendas destruidas, tipos de casas, el comercio, actividad productiva— por lo que se debe esperar por los estudios.
Gómez recordó que hay familias que, por distintas razones, se incorporan en otros hogares como un aseguramiento familiar.
Fotografía tomada con un dron donde se muestra una plantación de caña en un área afectada después de la erupción. (Foto Prensa Libre: EFE/Santiago Billy)
Las personas migran, porque pierden su principal activo: su vivienda.
Esta teoría la confirma la Encuesta sobre Remesas de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) 2008 que analizó los desastres naturales, y concluye que “la migración es una causa inmediata de que el gobierno es incapaz de reaccionar frente a las miserias económicas”. Gómez reconoció que, de momento, se desconoce el número de personas que podrían quedar desplazadas y su reubicación.
Para determinar si las personas afectadas entran a una línea de pobreza o pobreza extrema se deberá llevar a cabo la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi).
Por lo pronto, dijo, el impacto es en los hogares y en las comunidades.
Pérdida de ingresos
Para el economista Juan Alberto González, experto en temas sobre territorialidad y descentralización municipal, otro impacto directo para las personas damnificadas es la falta de ingresos, por la pérdida de sus medios de producción, como los cultivos, el comercio y otras actividades de sustento familiar.
“Las áreas afectadas por la ceniza pueden tener un período de recuperación, pero las familias deben contar con proyectos de apoyo técnico”, afirmó.
Pero a su vez debe plantearse una ocupación del territorio y asignación de las actividades de manera eficiente, racional, con un equipo que evalué las áreas operativas para generar una nueva forma de vida para esas comunidades.
“La primera actividad económica es la fase de limpieza y reconstrucción que se puede hacer en la zona”, resaltó.
La Política Nacional de Competitividad tiene mapeadas las áreas productivas y esa zona afectada tiene los productos y servicios en particular, para determinar cuáles son los sectores recuperables más inmediatos.
El ministro de Economía, Acisclo Valladares Urruela, añadió que se trabaja en lineamientos para recuperar la actividad productiva en las comunidades afectadas, con asistencia técnica, basados en la Política Nacional de Competitividad.
Áreas utilizables
Godoy indicó que una vez se finalicen los trabajos de descombros y recuperación de los cuerpos, el territorio será recuperable en el tiempo inmediato, que incluye el tramo afectado por la Ruta Nacional RN14.
El ministro de Comunicaciones, José Benito Ruiz, confirmó que se puede recuperar la infraestructura que registró daños hasta de cinco kilómetros y dos puentes.
Para las áreas más alejadas donde solo hubo caída de ceniza, el Maga deberá compensar a quienes sufrieron los daños, pero a mediano plazo hacer los estudios sobre los suelos para determinar si cambia la productividad de las tierras.
Una de las soluciones, comentó Godoy, es reubicar a las personas afectadas en las actividades a las cuales se dedicaban.
Un planteamiento es que, si en el censo que se levante la mayoría se dedicaba al sector agrícola, reubicarlos en otras áreas productivas, pero si la mayoría se desempeñaba en áreas de servicios urbanos, buscar las alternativas de vivienda cerca de los distritos económicos que les permita residir en una distancia menor donde están los potenciales empleos.
Un esquema exitoso para la recuperación del activo de la vivienda puede ser el proyecto de Mi Querida Familia, pero en esquemas de apartamentos que vivan cerca de la Ciudad de Guatemala o de los centros económicos para disponer de una oferta laboral.
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