Unas 12 horas de trabajo diario y consumir vitaminas para tener fuerzas para trasladar pasajeros en bicitaxi a distintos puntos de la ciudad, es la labor diaria de Luisa Fernanda Cabrera, quien gracias a este trabajo cerró la carrera de Derecho y está en proceso de concluir la tesis para obtener el título de abogada y notaria.
Con una sonrisa y vestida con ropa cómoda, Luisa cuenta que desde hace 15 años trabajar en bicitaxi y que en este tiempo ha trasladado a muchas personas, nacionales y extranjeras.
“Este trabajo me ha servido de soporte económico, tanto para la familia como para sostener mis estudios en la Universidad de San Carlos”, relata.
Entre sus experiencias, esta trabajadora resalta que a algunas personas les sorprende ver que una mujer maneje bicitaxi. Aunque recuerda que en dos ocasiones ha sido víctimas de asaltos.
“A las mujeres las invitó a que sigan adelante y que demuestren que tienen las capacidades suficientes para sobresalir en la sociedad”.
Luisa, quien es soltera y vive con sus padres, trabaja de 8 a 20 horas y a veces descansa un día a la semana. “La práctica me hace mantener el equilibrio del bicitaxi, ya son 15 años en esto”, expresa.
Agrega que está acostumbrada a trasladar a personas con distinto peso, pues el objetivo es dar un buen servicio. “A diario tomo vitaminas para tener fuerzas en este trabajo”, añade.
Junto a un grupo de compañeros, Luisa permanece en la zona 3 y presta servicio hacia distintos puntos del Centro Histórico. Sus tarifas oscilan entre Q2 y Q10.
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Óscar Salguero tiene siete años de ofrecer servicio de bicitaxi y recuerda que al principio fue difícil, pero con el tiempo logró mantener el equilibrio del vehículo, pues circulan en medio del tránsito de la ciudad.
Salguero, casado y con cuatro hijos, manifiesta que hay que trabajar duro para sacar adelante a la familia. “La voluntad de Dios nos ayuda, pues se necesitan fuerza para manejar el bicitaxi”, resalta.
Publicado por Oscar García, el 03 de Agosto, por Prensa Libre
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