Un contralor moralmente muerto

controladorInhabilitado para la lucha anticorrupción.

Carlos Mencos Morales, es un viejo conocido de la Administración Pública, se ha desempeñado en puestos de mediana escala en la jerarquía burocrática nacional.

Cargos a los que en este país –generalmente– se llega por compadrazgos y sumisiones políticas. Se trata de un burócrata con habilidades para entretejer su propia red de adláteres y arrimarse a sectores de poder político. Es Contralor de Cuentas bis. En 2006 y ahora. Esta vez luego de una güizachada de la Corte de Constitucionalidad que “interpretó” que si bien la Constitución prohíbe la reelección del Contralor, Mencos Morales, dejo un periodo de por medio (2010-2014), por lo que podría ser electo de nuevo. Lo que a la postre ocurrió. Sui géneris Ángeles de la guarda los de este burócrata. Dos están ahora encarcelados y otro en el exilio. Con aquellas bendiciones terrenales en el Congreso de la República la entente Líder-Patriota y corifeos le eligió sin problemas.

Una cuestión anecdótica: la segunda vez que prestó Juramento en el Congreso de la República, las fotografías de la ocasión, le registran flanqueado por dos de sus electores y ahora, procesados –con antejuicio el primero y encausado penalmente el segundo: diputados Manuel García Chutá y Carlos Herrera. Premonición. Simple casualidad. Muestra de políticos en extinción. ¿Un trío para la posteridad?… Cábalas al margen. Mencos Morales, es tan “buen contralor” que no se dio cuenta; en su primera gestión, que en el Congreso de la República desaparecían ochenta millones de quetzales, bajo las hábiles manos del mago Eduardo Meyer y socios. Este antecedente no empañó su prístino proceso de reelección. Es obvio que el licenciado Mencos Morales goza del aprecio de la cúpula Lider y Patriota y que su vida profesional le ha llevado por caminos sinuosos, en cuyos recovecos “por casualidad y razones de empresa” visitó al colaborador eficaz del caso “La Cooperacha”. Puras coincidencias. Pese a sus alegatos, nadie espera que este ilustre licenciado motive la campaña moralizadora en el país. Su imagen pública es justamente la antítesis de aquel esfuerzo.

Así, Mencos Morales dijo a la prensa –días atrás– que es un hombre temeroso de Dios. Como si aquello le excusara. A quien parece no temerle es a los hombres y mujeres de la justicia. Ni al escrutinio social. Se hizo personaje público a la sombra de la impunidad, en cuyos oscuros aposentos hilvanó amistades e hizo socios que lo eligieron y de los que no podrá huir. Le salpicó la cloaca. No tiene solvencia para el cargo.

Publicado por www.elperiodico.com.gt el 04 de Agosto 2016 por Helmer Velázques.
http://elperiodico.com.gt/2016/08/04/opinion/un-contralor-moralmente-muerto/

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