Desde la época de Vinicio Cervezas la corrupción ha estado al día, no se salva uno.
FRASE SABIA
“Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella”. Joan Báez (1941-?). Estamos rodeados de corrupción a todo nivel y en todos lados. La corrupción ya se democratizó pues ya no es cosa de ricos o pobres, hay pobres muy corruptos y megarricos igual de corruptos e igual pobres decentes, trabajadores y megarricos igual de decentes y de trabajadores. La prensa, otro negoción, tampoco está libre de corrupción. La información se puede dar para favorecer aquel o dañar aquel y esto también es otra forma de corrupción. Vender lo políticamente correcto versus sencillamente lo correcto es también corrupción. El caso de “Panama Papers” que tanto ha sonado, vendido, no fue un caso de investigación periodística sino una fuga de información algo que es, véalo como lo vea, ilegal, corrupto. Debe haber corrido plata y/o influencias para que esta información se filtrara. Está muy de moda las secciones de chismes y estas también pecan de corrupción pues se da, y se da demasiado seguido, que se publican chismes, dimes y diretes que dañan reputaciones y familias y se publican sin prueba alguna. Cierto también que en muchas secciones de chismes se dicen, en algunas como broma, muchas verdades dignas de ser reportadas y desenmascaradas. Pero el punto es que la prensa, escrita, digital y de todo tipo no está libre de corrupción y de corruptos. Con el tema estamos a tope. Bueno que ya montamos el macho anticorrupción que hace unos años, demasiados, estábamos en limbo aceptando esta situación como lo común y no la excepción. Ya no.
CORONEL OTSOY
“Muchos jueces son incorruptibles, nadie puede inducirlos a hacer justicia”. Bertolt Brecht (1898-1956). Esta frase cae como anillo al dedo en este patético caso de “justicia a la chapina”. El coronel Otsoy fue encerrado, encarcelado, después de un incidente bien montado, una emboscada, y la llave se tiró al basurero. De hecho una conocida dirigente “indígena” que goza de poquísima popularidad y credibilidad en Guatemala manipuló la evidencia (recogió o colocó cascabillos en la escena del crimen) y nadie dice o dijo nada. Hoy que Guatemala aplaude las “heroicas” acciones de los “hacedores” de justicia se olvidan de mucho y por eso miles de guatemaltecos aunque aplaudimos los esfuerzos que se hacen contra corrupción vemos como una nube negra la parcialidad, otra forma de justicia ensuciada, con que se “juzga” o se trata a ciertos ciudadanos solo porque así lo demandan “grupos sociales”, grupos de presión social o cuasi extorsionadores pues si no se hace “como ellos quieren” nos caen con bloqueos etcétera, que hacen mucha bulla pero que en realidad tiene poquísima representatividad ciudadana, eso sí, cuentan con mucho apoyo de embajadores y cuerpo diplomático que demuestran parcialidad y poco profesionalismo. El caso del Coronel Otsoy es “justicia” manoseada que lejos de aportar acciones contra corrupción más bien demuestra que la corrupción en el sistema está al día.
OPM
Otto y su gobierno, como casi siempre sucede y está sucediendo hoy, entraron con apoyo y brillo. Muchos, como yo, creímos en ellos y esperábamos un cambio para mejor, un cambio positivo. Hoy con el gobierno recién estrenado, ya van 100 días, de Jimmy estamos igual. Positivos y con la esperanza de que haya cambios para que avancemos y no retrocedamos. Apoyamos el actual gobierno y le damos el beneficio de la duda aunque el tiempo corre y realmente no vemos mayor cambio, avance. A estas alturas ya debiéramos tener por lo menos alguna señal de aciertos. No muy. En el caso de Otto mi ceguera fue aún peor y resiento haber sido baboseado como a millones de guatemaltecos que confiamos en él. Las últimas noticias decepcionan aún más y no por que el gobierno de Otto fuera el único corrupto sino por caer de nuevo. Desde la época de Vinicio Cervezas la corrupción ha estado al día, no se salva uno. Ni los presidentes ni sus gabinetes con contadas excepciones. OPM fue la gota que derramó el vaso y el parteaguas para todos, encabezo yo la lista, abramos los ojos y no dejemos que la ilusión de lo nuevo nos confunda. Por eso digo, de hace rato, que si el Congreso no cambia, Guatemala tampoco. Como elegimos a los diputados, cuántos serán, cuántos periodos van a estar allí y qué tanto pueden “despacharse” es crítico. El sistema de aduanas, puertos, impuestos etcétera, debe cambiar pues hoy lo podrido es el sistema y quien allí se meta se mancha, de otra forma no funciona. Cierto que toma dos para que haya corrupción pero el sistema está diseñado para morder, para que el ciudadano que quiere hacer negocio tenga que “engrasar” su camino, si no hay aceite las ruedas no dan vuelta. Así es hoy y así no debe de ser mañana. Si así seguimos pues así seguiremos.
¡Ánimo a nuestros soldados! ¡Mucho ánimo Guatemala!
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