Esta ejecución no se aplica aquí desde hace 16 años. Consiste en que el Estado condena a la pena capital a reos autores de asesinatos, secuestros y violaciones. El Código Penal incluye este castigo desde 1973. Más de 17 condenados fueron pasados por las armas a partir de 1983. En el 2000, la pena fue cambiada de fusilamiento a inyección letal, siendo ejecutados con este procedimiento dos reos, en la Granja Penal de Rehabilitación Pavón —nada que ver con su nombre—. Diputados de diferentes posturas ideológicas presionaron no hace mucho para que el Congreso restituyera el indulto. Varias bancadas votaron a favor del decreto 37-2010, que restituía al presidente de la República el derecho de conmutar la pena. Hay una lista con más de 50 condenados a muerte.
Tan controversial tema provoca variadas reacciones El pueblo pide su inmediata aplicación. 70 diputados la apoyan, 24 la rechazan y ocho están indecisos. Analistas e identidades defensoras de los derechos humanos nacionales e internacionales la impugnan, argumentando que es represiva. En las redes sociales se preguntan por qué si los salvajes asesinan brutalmente no son sancionados por igual pero legalmente. El presidente Jimmy Morales dice que cumplirá con la ley. El vice Jafeth Cabrera lamenta el fallo y sugiere ir a consulta popular. El Ministerio Público acatará la resolución. El procurador Jorge de León plantea su discusión.
Siendo reportero de Prensa Libre, hace años, cubrí varios fusilamientos. Cito uno solo registrado en Pavón. Los reos Roldán Godínez e Ixcajó Revolorio fueron pasados por las armas por ser culpables del secuestro, violación y asesinato de Toty, inocente niñita de 5 años. Escenas por demás dantescas en una fría madrugada. Guardias penitenciarios del pelotón de fusilamiento escogidos por sorteo se colocan frente a los reos, se escucha el grito desgarrador del jefe: Atención, preparen armas, disparen. Impactante, los cuerpos se doblan y caen a tierra. Escalofriante extremo, el mismo personaje se acerca a los cuerpos que aún se movían y les da el tiro de gracia en sus cabezas, haciéndolas “saltar” ante la desorbitada mirada de los presentes.
¿Que pasará?, solo Dios lo sabe. El pueblo continuará exigiendo seguridad y paz, con absoluto derecho.
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